Atlixco, Pue. “No vayan a cerrar los ojos antes de que los vacunen. Miren bien que las jeringas no tengan aire, que lleven líquido”, dijo desde un padre de familia atlixquense preocupado y en tono de instrucciones a sus hijos que ya estaban en espera, en el interior del Centro de Convenciones.

Metros más atrás de la anterior escena, en esa larga y por momentos interminable fila de jóvenes de 18 a 29 años de edad provenientes de todo este municipio, estaba Manuel Robles. Otro chavo que tomó desde las 5:30 de la mañana de hoy su bicicleta y pedaleó desde Guadalupe Huexocuapan hasta calles céntricas de la ciudad.

Fueron al menos diez kilómetros desde esa comunidad rural ubicada entre La Magdalena Axocopan y La Agrícola Ocotepec. “Aquí llegué en 40 minutos. Ya había bastantes personas. Pero no hay problema porque tengo permiso del trabajo para tomar el tiempo necesario. Una vez vacunado debo regresar a terminar la jornada. Ojalá no sufra de molestias porque además debo regresar a casa de la misma manera”, citó.

Martín Rosales, de 64 años de edad, llevó de la mano a su hermano mayor Miguel de 72 años de edad a intentar recibir la primera inyección contra el Coronavirus. “Estaba enfermo cuando era el turno de la gente de su edad. Ojalá acepten ayudarlo”, comentó. Los coordinadores de la jornada pidieron formarse en el otro grupo invitado a cerrar el tratamiento con el segundo piquete: de 30 a 39 años de edad.

A partir de hoy y durante los próximos tres días miles de personas con rango en las edades mencionadas fueron citados a congregarse en el Centro de Convenciones, a dos cuadras del zócalo de Atlixco, para cumplir con la responsabilidad de protegerse y cuidar a los suyos de la pandemia que aún persiste en su tercera etapa.

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cdch