En conferencia de prensa virtual, José Guadalupe Torres Campos Dimensión, responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana (DEPMH), indicó que “hacemos un respetuoso pero enérgico llamado al gobierno de México, para que su política migratoria abandone la represión hacia las personas migrantes, y cumpla con la encomienda constitucional de hacer efectivos los derechos humanos de todas y todos”.

Aseguró que “existen caminos más fraternos para la movilidad humana en general, por ello, seguimos extendiendo nuestra mano al gobierno de México, siempre en beneficio de las personas migrantes y de las personas mexicanas, sabedores de que creemos en un mundo en el cual somos hermanas y hermanos, sin fronteras, prejuicios, odios o xenofobia”.

“No queremos que un México en donde se trafique con el cuerpo y el dolor de personas extranjeras que decidieron migrar para encontrar una vida mejor”.

El presbítero Héctor López Vivas, secretario ejecutivo de la DEPMH, aseguró que el “aumento de los abusos y de las violaciones a los derechos humanos” de las personas migrantes está directamente relacionado con el despliegue de una “política de militarización de las fronteras, de las carreteras” y las acciones de “persecución de migrantes”, la que calificó como una “mal llamada política de recate de migrantes”.

La CEM insistió en que se deben establecer “otras alternativas a la detención y a la regularización migratoria, para encontrar caminos más humanos y sin violencia a través del cual puedan transitar las personas migrantes”.

 “Una nación fraterna, en donde todas y todos podamos vivir sin miedo; alegres que de que en esta tierra peregrina nos recibe el amor, la esperanza y la caridad.

Fotografía:unicef

pot