La administración del presidente Joe Biden presiona de tal manera a las autoridades de México para frenar el flujo de migrantes y ayudar a aliviar las tensión en la línea divisoria, con el objetivo de mitigar los cruces ilegales.

Dos de los campamentos han surgido en el norte de México se encuentran en la ciudad Reynosa, al otro lado de la frontera con McAllen, Texas, y en Tijuana, frente a San Diego, California.

Funcionarios y defensores de derechos humanos dicen que el campamento de Reynosa es el hogar de al menos 2 mil 500 personas, es insalubre y ha atraído a miembros de grupos de narcotraficantes que buscan reclutar migrantes desesperados, con similitudes en otros  lugares.

Estados Unidos ha estado pidiendo a México que despeje los albergues, en parte porque el gran volumen de personas podría poner en peligro la seguridad si se apresuran repentinamente hacia la frontera.

fotografía: cnn en español

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