Duro debe ser para López Obrador saber que le comparan con Fox y con su némesis Salinas de Gortari. Impactante cuando las comparaciones, en lugar de generar negaciones, únicamente demuestran similitudes.

Y sí, el presidente se asemeja a ‘Chente’ en su afán de inmiscuirse en las elecciones. ¿Será capaz de entrometerse a tal grado como para imponer a alguien ‘a la mala’ en el 2024, tal como dice AMLO hizo Fox con Calderón?

Tristemente también se parecen en eso de hablar mucho sin decir nada; no pocas veces dan ganas de decirle al tabasqueño: “ya cállate chachalaca”.

Es similar a Carlos Salinas cuando genera las puyas (a veces chistoretes de mal gusto) necesarias para sopesar si la ciudadanía aceptaría él permaneciera en el puesto más allá de los tres años que le restan; sondear a la ciudadanía como lo hizo ‘el innombrable’.

Duro debe ser que olvidó sus convicciones de demócrata para actuar como lo hizo Fox. Así, superar al botudo al haber tratado de imponer su voluntad en el caso de Salgado Macedonio o apoyar una ley inconstitucional tan solo para probar si el Ministro Zaldívar puede prolongar su mandato al frente de la SCJN. Y es que Andrés Manuel ha perdido piso; el poder marea.

Los mismos morenistas que lo han acompañado, incluso antes de que surgiera Morena, se preguntan cómo no puso algún otro(a) morenista de cepa en la candidatura de Guerrero. Difícil es creer que definición por la hija de Félix se debe a una encuesta que no se muestra a nadie.

Debe ser muy difícil para el primer mandatario que, al sugerir en su mañanera que le faltan seis años más de gobierno, la gente ahí presente se quedara callada por segundos, haciendo evidente que cabe la posibilidad en la mente de los mexicanos que el AMLO es capaz de intentarlo. Silencio roto tan solo por una risa nerviosa.

Más allá de si fue broma o una abierta provocación, la hostilidad con la que fue recibido  el comentario debe ser muestra para el habitante de Palacio de que no pasa por su mejor momento.

Sin embargo, lo que es verdaderamente triste es que ese episodio por el que atraviesa López Obrador no se debe a razones de peso. Los 220,000 muertos en México por el Covid o los producto de la tragedia ocurrida en la Línea 12 del Metro, de la cual no se perdonará la impunidad a los responsables. Infinidad de más casos hay, violencia rampante o la economía estancada. Y le podemos seguir.

No. Su peor momento se debe a sí mismo. A su necedad de continuar un ataque constante contra todo aquel que no piensa como él u ose señalar sus yerros.

Sus bromas, bravatas y provocaciones dejan en claro que Andrés Manuel pasa por su peor momento. Y México, por su desidia, también.

Columna de Verónica Malo Guzmán

SDP Noticias

Foto: Archivoe

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