Hace ocho meses, Pablo Enrique Ulloa Cáceres, uno de los médicos que atendió la primera ola de Covid19, falleció a causa del mismo.

En estos días, su hermano lo recordó y recriminó duramente a la gente por salir a pasear durante la Semana Santa a pesar del riesgo.

"Espero se hayan tomado bonitas fotos en la playa y las guarden. Esta fue la última foto en vida que vi de mi hermano médico que murió por cuidar de imbéciles como ud", escribió Daniel en sus redes sociales.

Sin embargo, la respuesta de algunos, lejos de ser solidaria o sensible, fue de reclamo.

"La gente está en su derecho de salir y enfermarse, los médicos públicos están en la obligación de atenderlos, o si no pueden, renunciar cuando quieran, yo siendo médico y viendo la situación del país hace tiempos hubiera renunciando", fue una de las respuestas que recibió Daniel.

“Disculpa y el pésame por tu padre es algo doloroso lo sé muy claro pero si estudié para Doctor para policía para Bombero para arquitecto o para lo que sea tengo buenas y malas en todo caso a tu padre y muchos Hondureños y gente a nivel mundial le tocó la mala”, dijo otro más.

“No entiendo este tipo de publicación. Murió haciendo su trabajo porque así lo decidió. Era su deber como médico y el quiso cumplir”, añadió un usuario.

Otros sí fueron más solidarios con la pérdida de Daniel: "sentido común (...) No pueden prohibir la circulación, pero basta con tener un mínimo de sentido común para darse cuenta que se pueden contagiar. Gracias a ese 'derecho' de circular la gente hace lo que quiere y no hemos ni salido del primer brote de COVID!".

El médico fallecido era originario de San Isidro en Santa Cruz de Yojoa y trabajaba como director de las clínicas Periféricas de Emergencia (Clíper) en la capital, además de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Escuela.

Foto especial

aj