Huauchinango, Pue. – El pueblo náhuatl de Cuacuila del municipio de Huauchinango y San Pablito (otomí) del municipio de Pahuatlán, ambos ubicados en la huasteca poblana, montaron sus ofrendas a sus muertos dentro del Palacio Nacional con motivo de la fiesta de Todos Santos. 

El espacio fue ofrecido por la Presidencia de la República y la coordinación fue hecha por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), según dio a conocer René Esteban Trinidad, titular del instituto en el estado de Puebla. 

Los dos grupos de igual número de pueblos originarios compartieron el espacio con otros representantes indígenas de distintos estados, completando 20, fue el caso de Tabasco, Veracruz, por mencionar algunos. 

Este 1 de noviembre, Cuacuila realizó un “llamado a los muertos” o el ritual de ofrendar a los que ya se fueron, ofreciéndoles pascal y mole, “dos comidas rituales, sahumando, aunque no habrá música por el tema de la pandemia”. 

En el lugar se limitó la cantidad de personas que podían estar y se evitó que el público pudiera presenciar los actos, con la finalidad de inhibir los posibles contagios por Covid-19. 

La gente pudo saber de la naturaleza de la muestra, a través de los medios de comunicación y las redes sociales; en donde el pueblo otomí de San Pablito, inició su afrenta de la Fiesta de los muertos con elementos, como comidas, especialmente para los niños y este 1 de noviembre siguió con los grandes. 

Foto: Marco Antonio Licona  

cdch