Un juez federal vinculó a proceso al exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, por los delitos de uso de recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho, relacionados con la constructora brasileña Odebrecht, a cambio de contratos gubernamentales.

Sin embargo, pese a las acusaciones de la Fiscalía General de la República, el extitular de Pemex no irá a prisión.

La FGR solicitó como medidas cautelares que siguiera bajo vigilancia de la Policía Federal Ministerial en el hospital de la Ciudad de México donde se encuentra internado.

A su vez, el juez de control Juan Carlos Ramírez Benítez, aprobó las medidas solicitadas por la Fiscalía, que incluyen la entrega de su pasaporte y el uso de un brazalete de monitoreo electrónico.

En su segundo día de audiencias, Lozoya compareció vía teleconferencia y negó haber recibido sobornos de la constructora Odebrecht, que ascendieron a 10.5 millones de dólares, según la Fiscalía.

Nuevamente, no se declaró culpable, pero ofreció colaborar con las autoridades mediante un “criterio de oportunidad”.

El exfuncionario peñista fue vinculado a proceso ayer por la noche por el caso de la compra irregular de Agronitrogenados, pero se aplicaron las mismas medidas cautelares.

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