Tehuacán, Pue.- Transportistas de esta zona podrían ampararse o solicitar una prórroga al término que les permita contar con el equipamiento que solicita el gobierno del estado para reforzar la seguridad en las unidades colectivas y taxis en esta entidad.

Fermín García Merino, representante en esta ciudad de la Confederación de Trabajadores de México, agregó que estas medidas se consideran debido a que solo hay 4 proveedores a nivel estado que tienen la certificación para instalar los dispositivos que se requieren.

De igual manera, señaló que el gobierno del estado se ha mostrado inflexible en extender el término que facilite la incorporación de nuevas tecnologías a las unidades que circulan en Puebla, por lo que descartan que exista una nueva ampliación del término, así que estarían recurriendo a amparos o incluso esperar la sanción por parte de la autoridad, tomando en cuenta que ello causará que varias unidades sean trasladadas a corralones.

Dijo que los transportistas están en disposición de trabajar en conjunto con la autoridad, pero deben tomar en cuenta que el gasto que harán para los vehículos es de unos 20 mil pesos y son tecnologías que deben estar homologadas para que funcionen con los sistemas de seguridad pública, porque si estos son diferentes a los especificados, no podrán tener compatibilidad; eso implicaría hacer otro gasto adicional.

Estimó que el parque vehicular que hace falta por renovar es de un aproximado del 20 por ciento de las colectivas que circulan en Tehuacán, pero esas ya están programadas para cambio, por lo que en ese concepto consideran que no existe un problema mayor al conocer por ley la obligación que tienen para contar con vehículos funcionales y en buenas condiciones.

Esperarán a que las compañías les den espacio para la colocación de las cámaras en las unidades de transporte público con el objetivo de que puedan dar un servicio apropiado a la ciudadanía y con ello tanto pasajeros como operadores no sean afectados por la delincuencia que se ha visto a la alza en esta ciudad.

Foto Enrique Hernández

agb