Sobre los pies del féretro de madera barnizado en color caoba, una foto de cuerpo entero de Luis Enrique reposaba sobre un atril. Bajo la imagen un cuaderno de dibujo con una leyenda escrita a mano: “Como dijo Flinn Loco, no sé cómo alguien tan simple como yo puede tener un hijo tan maravilloso como tú...”.

El padre del joven que murió el sábado en La Feria y decenas de amigos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) acudieron ayer a una funeraria de General Prim, en la colonia Juárez.

Ahí fue velado el joven de 24 años de edad egresado de la licenciatura de Relaciones Comerciales de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), en la unidad Santo Tomás.

La Sala 1 de la funeraria fue abierta después de las 9:00 horas para las exequias. Poco a poco fueron llegando familiares, conocidos y amigos, al igual que los arreglos florales, dos de ellos llamaron la atención: llevaban globos del personaje de dibujos animados Bob Esponja.

Por la tarde más de 80 jóvenes llenaron el lugar, a las afueras del establecimiento otros 30 se abrazaban, lloraban y compartían anécdotas de su compañero, quien fue una de las dos víctimas mortales del juego mecánico Quimera.

También sobre el féretro de Luis Enrique, el cual permaneció abierto, se encontraba una foto de su niñez con las manos juntas en señal de oración en lo que sería su primera comunión.

El IPN publicó en sus cuentas de Twitter y Facebook condolencias por la muerte de Luis Enrique: “Nuestras más sentidas condolencias a sus familiares, amigos y compañeros”.

Excélsior

Foto: Especial

cdch