Atlixco, Pue. Esta tarde quedó definitivamente cerrado el capítulo de Cesáreo, el hombre de la tercera edad asesinado en la vía pública y cerca de su trabajo, por un desconocido que hasta la fecha sigue prófugo.

Karen Vázquez, una de las vecinas de este hombre que era el responsable de cuidar durante años coches en uno de los bulevares más grandes de la ciudad, dijo que ante la ausencia de algún familiar, los vecinos levantaron la cruz y guardaron las pertenencias de Cesáreo para siempre.

“De esa manera termina el capítulo de don Cesáreo. Con el fin del novenario, guardaremos sus cosas, que seguramente nadie reclamará, y guardaremos sus recuerdos”, enfatizó.

A la colocación de la cruz en el panteón de Atlixco asistieron únicamente tres personas. Y la dejaron en esa tumba prestada por sus conocidos para evitar terminar en la fosa común.

Fotografías Lena Velázquez

clh