San Martín Texmelucan, Pue.- La explosión de una pipa en la comunidad de Tlanalapan y el incendio de diciembre de 2010, marcaron las vidas de los Bomberos de San Martín Texmelucan, sin embargo, aseguran, mantienen firme su vocación de ayudar.

Miguel Ángel Mendieta Romero, oficial de Bomberos durante 28 años, recordó que llegó al cuartel en la década de los 90, justo cuando ocurrió la explosión de una pipa cargada con propileno en la autopista México-Puebla, en la zona de San Rafael Tlanalapan.

Durante este acontecimiento dijo que se ofreció como voluntario y finalmente pidió incorporarse a las filas del Cuerpo de Bomberos, al mando del comandante Máximo Moreira.

Detalló ser bombero le surgió cuando apenas era un niño y al paso del tiempo se convirtió en su pasión por servir a la gente.

No obstante, aceptó que la explosión de la pipa y el incendio del 19 de diciembre de 2010 marcaron su vida, ya que nunca imaginó presenciar tragedias de ese tamaño.

Narró que la mañana del 19 de diciembre de 2010, se despertó abruptamente y apenas tuvo tiempo para prepararse y “salir rumbo al infierno”.

Asentó que el rescate de cientos de personas parecía eterno y que el fuego envolvía su traje que era mojado cada vez que ingresaba a la calle 11 de Noviembre, lugar del siniestro.

Miguel Ángel Mendieta recuerda que un militar le contó que una familia se salvó porque uno de los hijos les aconsejó gatear bajo el humo y entre las llamas, "como les habían enseñado los bomberos".

La anécdota le hizo comprender que quiere ser bombero hasta que sus fuerzas se lo permitan.

También pidió a la gente que ha llegado a insultarlos, e incluso a golpearlos, que valoren el trabajo que realizan.

Foto: Cecilia Espinoza Galindo.

GJ