Atzala, Puebla.- En el templo de Santiago aún se pueden ver los escombros, piedras de gran tamaño, cuerdas que en su momento utilizaron los habitantes para remover los escombros y sacar con vida a quien gritaba auxilio. A casi un año de la tragedia, solo  el polvo y la tristeza quedan.

En este templo fallecieron el 19 de septiembre, 11 personas, cuatro de ellos eran niños. Desde entonces no ha sido removida ni una sola piedra, el lugar sigue como aquel trágico día. 

Habitantes relatan que sólo una vez han visto la presencia de quienes se presentan como ingenieros y representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y son ellos quienes les aseguran que ya pronto va a llegar el apoyo para la reconstrucción, pero a 11 meses del sismo el lugar sigue intacto, afectado por el sol, la lluvia y el excremento de las aves que lo han utilizado como refugio.

A falta de un espacio donde puedan oficiar misa, los mismos pobladores tuvieron que construir a unos metros de este lugar un espacio alterno, en donde resguardan las pocas imágenes que se lograron rescatar. 

Los habitantes tienen planeado recordar a sus seres queridos el próximo 19 de septiembre con una misa y nueve días de rezos como es la costumbre en lugar. 

Aseguran que los afectados en sus viviendas sólo recibieron el apoyo del Gobierno Federal, lo que se prometió por parte del Gobierno del Estado no ha llegado, lo que ha retrasado considerablemente la reconstrucción de sus viviendas, mencionaron que con ayuda de sus familiares en Estados Unidos levantado poco a poco sus viviendas.

dp