En las zonas incendiadas cerca de la capital griega las fuerzas de rescate encontraron más víctimas, con lo que la cifra de fallecidos por el fuego se elevó ayer a 83, al tiempo que las autoridades indicaron que el siniestro que provocó todo pudo ser intencional.

“Hay indicios que nos conducen a este pensamiento”, dijo anoche el viceministro de Protección Civil, Nikos Toskas. Imágenes satelitales muestran que varios incendios se produjeron a lo largo de una calle al oeste de Atenas en muy poco tiempo, afirmó.

“En cuanto al fuego que empezó en el monte Pendeli” y que se propagó a Mati, la ciudad donde perecieron la gran mayoría de las víctimas, “hay grandes interrogantes y no les niego que un serio indicio nos condujo a abrir una investigación” indicó Toskas en rueda de prensa con el portavoz del gobierno Dimitris Tzanakopoulos y los jefes de bomberos y de la policía.

“También hay señales de incendio provocado”, aseguró Toskas, quien no quiso brindar más detalles para no obstaculizar las investigaciones. Se estima que las pesquisas duren varios meses.

Los incendios comenzaron el lunes, sembrando la destrucción en amplias partes de pueblos vacacionales como Mati, Neos Voutzas o Rafina, al este de la capital, Atenas.

El fuego se vio agravado por las altas temperaturas y los fuertes vientos. Entre los muertos hay un hombre de Irlanda y otro de Bélgica, señaló la radio estatal ERT. La situación se distendió considerablemente este jueves y ya no hay frentes de fuego que amenacen zonas pobladas.

En el área de Atenas todos los incendios se extinguieron después de las lluvias, reportó la radio estatal. Incluso fuertes precipitaciones provocaron ahora inundaciones en los alrededores de Atenas, afectando principalmente el barrio de Maroussi. Aún hay numerosas personas desaparecidas, cuya búsqueda continúa.

“Tomamos pruebas de ADN a todos los parientes de las víctimas y de los desaparecidos y en los próximos días tendremos los resultados de las identificaciones”, dijo el médico forense Ilias Bojiokas a la televisión. La mayoría de los cadáveres, según sus palabras, se encuentran “carbonizados”, por lo que se requieren pruebas de ADN.

La policía estima que recién tras la identificación de los cadáveres estará clara la cifra exacta de desaparecidos. “Registraremos casa por casa”, dijo una portavoz de los bomberos en la televisión estatal. Voluntarios y soldados contribuyen a la tarea.

Por el momento no hay una lista oficial de víctimas y sus nacionalidades. Según un primer balance de daños, 49% de las 2 mil 489 viviendas analizadas quedaron inhabitables. Quedan miles de viviendas por estudiar, según las autoridades locales.

Información de El Universal

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