Xicotepec de Juárez, un lugar místico que combina perfectamente la época colonial y la conquista, con una iglesia que surge en su centro, hasta una piedra ceremonial que data de muchos siglos atrás, hacen del municipio una zona especial para recorrer.

La mañana te dará la bienvenida entre neblina, majestuosos árboles y un clima ideal para una buena taza de café, por la tarde encontrarás los reflejos del sol entre las hojas de los sotos plantados en la plazuela, y en la noche, las cenadurías te invitarán a no querer parar de comer.

Uno de sus atractivos principales es la piedra ceremonial “Xochipila”, erguida entorno a una piedra colosal de más de 13.5 toneladas de peso, y data del año 1052, cada 24 de junio, magos blancos y obscuros se reúnen en el lugar para hacer limpias, curaciones y pedir deseos de paz.

En la plaza principal encontrarás un pequeño mercado de artesanías, elaboradas por pobladores de la región, podrás disfrutar de un rico raspado o un buen café en un establecimiento de los portales y entrada la noche encontrarás las deliciosas hamburguesas que se colocan alrededor de la calle, pero si eres muy fan, como a medio kilómetro caminando, hallarás las más reconocidas por los habitantes; y es que su sabor a humo, la carne jugosa y los condimentos, hacen de ellas una delicia.

La Parroquia de San Juan Bautista, fue fundada en 1571 por los monjes agustinos, alberga catacumbas de cientos de moradores que vivieron entre los siglos XVI Y XVII y su estilo gótico ha permitido que la asemejen a la famosa Catedral parisina de Notre Dame.

Una Virgen te mira desde todas partes, y es que Xicotepec cuenta con un monumento a la Virgen de Guadalupe, la cual es la quinta imagen más grande de México por tener 30 metros de altura. Su santuario se ha convertido en un espectacular mirador donde se puede apreciar toda la ciudad desde las alturas. Actualmente es destino de peregrinaciones de la región y otros estados de la República.

Si te gusta ir a lugares más escondidos y naturales, no dejes de ir a Tlaxcalantongo, ubicado a 25 km del centro, ahí podrás encontrar las cascadas Barbas de Carranza, con hermosas caídas de agua natural. Como a 15 minutos hallarás el río Cilima que es ideal para practicar el rafting.

Caída la noche es hora de darle más gusto al estómago, en el municipio lo típico son las cenadurías ubicadas alrededor de la periferia, donde encontrarás deliciosas tostadas, molotes, gorditas, enchiladas o quesadillas, puedes acompañarlas con huevo, cecina, un café con leche o refresco, y las salsas bien espesas, hacen que no quieras levantarte de la mesa y pedir más.

Los domingos puedes aprovechar para acudir al mercado, donde vecinos de las comunidades cercanas y lejanas, se dan cita para comercializar sus productos que cosechan en el campo o sus animales, de igual forma hallaras la venta de café, verduras, comida, carne y artículos diversos.