Entre cerros verdes, montañas y carreteras prolongadas se encuentra el municipio de Necaxa, denominada como 'Sierra Mágica’ por su diversidad en flora y fauna, y por sus tradiciones, fiestas y costumbres, que erigen a la zona como un lugar turístico muy recomendable.

Al principio, la población se estableció en el fondo de un profundo barranco, donde encausaba el río Totolapa, pero en 1900 fue sepultado por la construcción de la presa Necaxa. Tras esto, la gente se vio en la necesidad de emigrar y construir un nuevo pueblo que tuvo por nombre Nuevo Necaxa.

Cabe mencionar que cada vez que la presa está por debajo de sus niveles,  o “muy seca”, como suelen decir los oriundos, se logra ver una cruz de lo que antes fuera una capilla. La hidroeléctrica Necaxa, fue la primera de su tipo en América Latina y la que llevó luz a la Ciudad de México.

A lo largo de tu visita puedes recorrer sus amplias y limpias calles, donde aún se disfruta del rico aire natural que proporcionan los árboles y la tranquilidad que impera en el lugar.

Para la hora del desayuno, no puedes perderte el tomar una taza de café acompañado de ricos antojitos mexicanos como: enchiladas, molotes, tostadas o gorditas, los cuales vienen por orden de 10, ya sea de uno sólo o mixta, con salsa roja o verde y un huevo cocido, el lugar más tradicional para degustar este platillo se le conoce como “las cotorras”.

A lo largo de la tarde, puedes emprender una caminata hacia “el salto”, donde encontrarás una subestación de dicha hidroeléctrica guiada por un camino que se encuentra vigilado por enormes árboles, de diferentes especies.

Si te adentras, podrás encontrar yacimientos de agua natural donde los habitantes acuden a tomar un poco de agua o bien, rellenar sus garrafones, es tan fresca y deliciosa que no puedes quedarte con las ganas.

Si continuas con el camino podrás hallar dos cosas, la primera la conocen como los “tubos”, ahí podrás subirte a unas estructuras metálicas impresionantes o ver las válvulas que operan los trabajadores, así como el muro que tiene cerca de 500 metros de altura.

Por el contrario, si tú decides caminar por las escaleras, encontrarás una casa abandonada donde antes solían asistir las mujeres a lavar ropa, se dice que se quemó con personas adentro y ahora esas almas se encuentran en penitencia las cuales asustan de vez en cuando a los que suelen recorrer el lugar.

Si continúas bajando hallarás una casa con un silbato antiguo donde en punto de las 12:00 y las 2:00 de la tarde realiza su principal función, silbar y con eso anunciar a los habitantes la hora específica, se dice que años atrás realizaban eso como señal de que los trabajadores salían a comer y las esposas podían llevar su respectiva comida y hay otra versión donde se menciona que silbaban para avisar a la gente que ya habían llegado los viajeros del tren que pasaba por ahí.

En tu regreso del viaje, podrás pasar por una de las escuelas más emblemáticas del lugar, “Obrero Mundial”, frente a ella venden unos ricos helados de sabores naturales con los que quedarás fascinado y si aún te quedan ganas de recorrer un poco más, a unos pasos de ahí se encuentra la Presa de Necaxa que amarás por su hermosa vista, pues está rodeada de frondosos árboles verdes y tiene escaleras que permiten estar más cerca del agua.

Los domingos es día de plaza. Se ubica a lo largo de una de las principales calles, donde gente de diferentes lugares comercializa su producto, ahí encontrarás fruta y verdura de la más fresca, así como diferentes tipos de granos y leguminosas, comida y alguna que otra cháchara.

Su centro fue remodelado recientemente, pero aún quedó el pequeño quiosco que sirve siempre de punto de reunión para las personas, ahí podrás sentarte en una de las múltiples bancas y disfrutar de un raspado de variados sabores.

clh