El conjuntó iraní disputó hoy su primer juego en la Copa del mundo contra Marruecos en el estadio San Petesburgo, definitivamente fue un encuentro donde no se esperaba mucho, la selección africana no había jugado un mundial por 20 años consecutivos, mientras que lrán sólo ha participado en cinco mundiales de los cuales sólo dos han sido de forma consecutiva.

El asedio de Marruecos terminó en calamidad. Después de 94 minutos de insistencia de unos, resistencia de otros e imprecisiones de ambos, un gol en propia puerta de Aziz Bouhaddouz dio el triunfo a Irán y hundió a los de Hervé Renard. Dispuestos a ser la sorpresa del grupo B, el autogol del delantero deja en una situación límite a la selección africana.

Marruecos, que se plantó en Rusia con el propósito de dar la sorpresa y confirmar su auge de los últimos años, se vio atrapada por el caos, a excepción de Harit, poco se mostraron sus talentosos volantes ante una Irán con pocos nombres y menos aspiraciones, pero mucha dureza.

No obstante a Renard, confundido desde la banda e incapaz de solucionar el bloqueo de los suyos, los cuales estuvieron instalados toda la segunda parta en un dominio estéril que apenas inquietaba a Irán.

Lo cierto es que nadie se la llevó en San Petersburgo. Sucedió lo contrario y la desgracia se cebó con Bouhaddouz. Con Irán firmando el empate mucho antes, el delantero del St. Pauli cabeceó a su propia portería un córner en el minuto 95. Castigo mayúsculo para Marruecos y triunfo inesperado e inmerecido para Irán.

MJ