Con dicha actividad, la mayor parte de los fieles católicos se concentró en la zona centro de la ciudad, ya que con esto se da por inicio con las actividades de la Semana Mayor, en la religión católica.

 

Graciela Rayón, creyente de la religión católica y catequista, comentó que con dicho acto se recuerda la entrada de Jesús en Jerusalén por lo que se bendicen los arreglos de palmas que llevan  los fieles católicos para que después llevarlos a sus hogares con el objetivo de proteger a sus familias de cualquier maldad.

 

Es importante mencionar que desde muy temprano comerciantes informales se colocan en diversas partes de la ciudad, para comercializar palmas tejidas y adornadas, las cuales tienen un costo entre los 10 a 50 pesos dependiendo el tamaño y la decoración.

 

Quienes comercializan estas palmas, son artesanos de palma provenientes de Tepeojuma, Teopantlán, y Chietla, quienes en este día logran aumentar sus ventas de estos productos por la tradición.

 

La entrevistada señalo que se tiene la creencia que estas palmas que son bendecidas por los sacerdotes de manera masiva, pueden ser quemadas, cuando hay lluvias torrenciales, o fenómenos naturales para que estos se tranquilicen.