Tlacuilotepec, Pue.- A dos años de haber sido terminada la obra de drenaje de la calle Guadalupe, en Tlacuilotepec, se encuentra severamente deteriorada y las aguas negras y los olores pestilentes invaden la zona.

De acuerdo con los vecinos, las hoyas de la red se rompieron unos cuantos meses después de que pavimentaron la calle y por ahí se escapan las aguas residuales que corren por la vía donde están la secundaria y el bachillerato de la cabecera municipal, por lo que el tránsito de gente es intenso, sobre todo de estudiantes, que están en riesgo ante esta situación.

Los quejosos dijeron estar molestos con el alcalde Alejandro Guzmán García, no sólo por la mala calidad de la obra, sino también por la indiferencia con la que ha tratado el asunto, pues hace un año reportaron los daños y hasta el momento ha hecho caso omiso a su reclamo. 

Por esta calle transitan los estudiantes de secundaria y bachillerato, pero también los niños que acuden al preescolar y sus padres, quienes tienes que soportar los pestilentes aromas que despiden las aguas negras del drenaje.

Los inconformes indicaron que para que el gobierno municipal arregle el drenaje se tendrá que levantar el pavimento, porque de otra manera seguirán los escurrimientos.