Hueytamalco, Pue.- Vastas áreas del territorio del municipio de Hueytamalco -donde el ejido del mismo nombre enfrenta un conflicto por la tenencia de la tierra- serían incluidas en la licitación de la Ronda 2.5 para la extracción, mediante el fracking, de hidrocarburos no convencionales y otra parte del mismo está concesionado para la construcción de hidroeléctricas, aunque los proyectos enfrentan el rechazo de la población.

Ante lo anterior, en octubre de 2016, el cabildo de Hueytamalco declaró al municipio como libre de proyectos extractivos y decidió negar cualquier autorización de uso de suelo, cambio de uso de suelo o de construcción que tenga que ver con ellos, además, se opuso a la privatización del agua y rechazó cualquier solicitud de concesión, aprovechamiento y explotación de este bien natural.

De acuerdo con información de la Secretaría de Energía –dada a conocer en agosto pasado- se entregarán a empresas privadas extensas áreas de las cuencas Tampico-Misantla y Burgos para la obtención de gas y petróleo de lutitas mediante el uso de la fractura hidráulica (fracking), entre ellas las que corresponden a 35 municipios del estado de Puebla, según los centros de investigaciones PODER y FUNDAR.

Hueytamalco, junto con Acateno, Atlequizayan, Ayotoxco de Guerrero, Caxhuacan, Cuetzalan del Progreso, Francisco Z. Mena, Hermenegildo Galeana, Huauchinango, Huehuetla, Hueyapan, Huyetlalpan Ixtepec, Jalpan, Jonotla, Jopala, Juan Galindo, Nauzontla, Olintla, Pantepec, San Felipe Tepatlán, Tenampulco, Tlacuilotepec, Tlaola, Tlapacoya, Tlatlauquitepec, Tlaxco, Tuzamapan de Galeana, Venustiano Carranza, Xicotepec, Xiutetelco, Yaonáhuac, Zihuateutla y Zoquiapan, así como las cuencas de los ríos Cazones, Nautla, Tecolutla y Tuxpan, están amenazadas por el fracking.

Sin embargo, organizaciones opositoras como el Consejo de la Tierra, han denunciado que ni la Secretaría de Energía, ni la Comisión Nacional de Hidrocarburos han informado previamente qué áreas específicas se quieren licitar, con “lo que (se) vulnera el derecho de acceso a la información, a la participación y a la consulta previa de las poblaciones potencialmente afectadas por estos proyectos”.

Hidroeléctricas

Por otra parte, Minera Autlán que opera en esta región la Central Hidroeléctrica de Atexcaco para su autoabastecimiento, pretende ampliarse a los municipios de Hueytamalco y Huyetlalpan. En la actualidad la planta pasa por los municipios de Hueyapan y Teziutlán, y con su capacidad de 60 megawatts cubre 32 por ciento de sus necesidades eléctricas, además de que se ahorra 41.6 millones de pesos al año, según información de PODER.

En este mismo territorio municipal la empresa minera Grupo México pretende construir tres hidroeléctricas, precisamente en los límites de Veracruz y Puebla-, a la fecha los proyectos fueron frenados mediante un juicio de Amparo cuya sentencia consideró que de realizarse se afectarían el entorno ecológico y el derecho humano al agua de las comunidades indígenas aledañas al río Jalancingo, como las de Hueytamalco y Teziutlán.

La construcción de las generadoras de energía sobre el río que forma parte de la cuenca de Nautla, afectaría a miles de pobladores de estas demarcaciones de la sierra norte poblana; y a los más de 91 mil veracruzanos que habitan en Jalancingo y Tlapacoyan, que consideraron que sólo recibirían el 10 por ciento del agua en los manantiales que los abastecen.

Aquí es la empresa “Impulsa Generación Renovable en Veracruz”, filial de Grupo México, la que contaba con la aprobación de sus Manifestaciones de Impacto Ambiental por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y con la concesión del río otorgada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que fueron impugnadas legalmente por los pobladores.