Alrededor de la laguna de Aljojuca existen 3 leyendas que intentan explicar la muerte de los hombres en sus aguas. Son los habitantes del municipio poblano que tiene el mismo nombre, quienes se han encargado de transmitirlas oralmente.

La mujer atrapada

Cuenta la leyenda que una joven mujer dedicada al pastoreo, siempre perdía una vaca al terminar su jornada. Sin embargo, al siguiente día la veía regresar al establo con las patas mojadas.

Una ocasión, con la curiosidad por saber a dónde iba el animal, la pastora siguió al animal hasta la laguna que la dejó encantada.

Tras quitarse la ropa, la mujer se sumergió en sus aguas hasta que la corriente no le permitió salir. Aunque su lucha contra la laguna fue intensa, no se supo más de ella.

Desde entonces los pobladores cuentan que la laguna de Aljojuca quedó encantada, y que cada hombre que muere ahí es porque se encontró con la pastora que se siente sola y escoge a quién le debe de hacer compañía.

La sirena

Una sirena es culpada de la muerte de varios hombres que intentaron nadar en las aguas de la laguna de Aljojuca.

Se dice que los seduce con sus cantos y una música celestial que no pueden resistir. Pobladores cuentan que la nereida es muy bella y que los hechiza hasta hacerlos entrar al agua de la que ya no salen vivos.

Aunque algunos cuerpos han sido rescatados -dicen- hay otros que se han perdido en la profundidad del espejo verde esmeralda.

Las brujas

Muchas historias giran en la atmosfera de la laguna de Aljojuca, y aunque tienen diferencias coinciden finalmente en algo: que las brujas se apoderaron del lugar.

Hay quienes afirman que estos seres míticos han sido vistos volar la zona, que atraviesan lo largo y ancho de la laguna, dejando escuchar sus carcajadas al tiempo que se mueven con ritmo en el aire.

La leyenda cuenta que son estos sonidos los que llaman principalmente a los hombres, quienes en su afán por atraparlas caen al agua donde mueren ahogados.

Un cráter volcánico

La laguna de Aljojuca es un cráter volcánico de aproximadamente 1 kilómetro de diámetro, con una profundidad de 400 metros, y que se localiza a 75 kilómetros de la ciudad de Puebla, en el Valle de Serdán.

Según Wikipedia, en el invierno cambia de color de un azul intenso a verde esmeralda y todos los peces suben a la superficie, por lo que es la mejor temporada para pescar.

Foto: Wikimedia