Piaxtla, Pue.- En el Municipio de Piaxtla la población recuerda a las dos hermanas que murieron por el terremoto del 19 de septiembre, Manuela Carrera Moran y Josefina, que quedaron bajo los escombros de una parte de su casa, Fabián Carrera hijo de Manuela sobrevivió y lo trasladaron ayer a Puebla, por lo que su estado de salud es muy grave debido a lesiones que sufrió por las paredes que le cayeron.

Vecinos narran que  Manuela ya había salido de su vivienda pero se acordó que su hermana y su hijo los cuales estaban adentro, acción que hizo regresarla a su vivienda para decirles que se salieran, pero al cruzar la puerta para salir con ellos a la calle se colapsó la pared lo que causó la muerte de las dos mujeres.

Por su parte el edil de Piaxtla Erik Lucero, instaló una mesa de registro para cerrar censo de viviendas dañadas, por lo que se les piden fotografías de sus casas para incluirlas en el recuento, hasta el momento llevan 120 viviendas con daños.

También se habilitó un albergue al que han estado asistiendo un promedio de 20 personas y un centro de alimento tipo comedor, pero dijeron que el centro de la población se quedó sin agua debido a que la bomba del pozo se quemó por el sismo.

En Chinantla el centro de salud tiene afectaciones serias, aseguró la doctora a cargo María Patricia Morales García. Mencionó que el día del sismo se atendió a una persona lesionada de nombre Heidi Lilia Bravo Peinado, después fue trasladada al hospital de Tecomatlán por lesiones en el cuerpo, debido a que se le cayeron ladrillos de su hogar, sin embargo ya está fuera de peligro.

Desde el pasado sismo del 7 septiembre se dañó el centro de salud y siete escuelas, agregó Nicéforo Figueroa encargado de Sub-Sede de la SEP en Chinantla. Hay también tiendas de abarrotes que se encuentran cerradas por daños, sin embargo no afecta la economía.

Cabe mencionar que en el municipio no hay comité de protección Civil y piden que personal de Protección Civil del Estado acuda para valorar daños en casas, escuelas y el centro de salud que se observa inclinado por lo que temen seguir laborando y atendiendo a pacientes.