San Andrés Cholula, Pue.- Presionado por los vecinos que amagaron con bloquear el periférico, el secretario de Obras Públicas de San Andrés Cholula, Alfredo González Tecomani, ofreció apresurar las obras de colocación del colector pluvial en la calle Atzala, donde la noche del martes se abrió un socavón de cinco metros de profundidad.

Muy molestos, los habitantes de la zona lograron que el funcionario municipal revelara que la obra tiene un costo de diez millones de pesos y está a cargo de la constructora Pycsa, datos que las autoridades municipales mantenían en reserva.

Los inconformes salieron desde las ocho de la mañana a exigir la presencia del alcalde Leoncio Paisano Arias a fin de recibir una explicación de  por qué la colocación del colector pluvial y la pavimentación de esta calle ha tardado alrededor de nueve meses, a pesar de que inicialmente se había proyectado a la tercera parte de este tiempo.

Para tranquilizar a los vecinos, llegaron a la calle Atzala representantes de la Secretaría Municipal de Gobernación y cerca de las diez de la mañana se presentó el secretario de Obras Públicas, Alfredo González Tecomani, junto con personal de la constructora Pycsa, así como de las que compañías que se harán cargo posteriormente de la pavimentación y de los laboratorios que verificarán la calidad de los trabajos.

Sin disminuir la molestia, los afectados reclamaron la falta de supervisión en la obra que –resaltaron- provocó el socavón que estuvo a punto de llevarse al fondo un camión de pasajeros.

Explicaron que los trabajadores, ante la falta de vigilancia, dañaron la tubería de drenaje que se fracturó y, junto con la falta de una compactación adecuada, provocó el hundimiento.

Sin reconocer la responsabilidad de la dependencia a su cargo, ni de la constructora, el secretario de Obras Públicas, Alfredo González Tecomani, informó que será reabierta una zanja, a lo largo de la calle, en tramos de diez metros, para verificar las condiciones de los tubos de drenaje sanitario y del colector, a fin de descartar afectaciones que pudieran provocar otros socavones.

De esta manera, se apaciguaron un poco los ánimos de los habitantes de casas y propietarios de negocios de esta calle, que sin embargo lamentaron que hasta que se presentó una emergencia tuvieron comunicación con las autoridades municipales.