El zócalo de Puebla y la explanada de la rectoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), se convertirán el próximo lunes en observatorios astrológicos en los que centenas de ciudadanos podrán vivir el eclipse parcial solar,  de manera segura e ilustrada.

En ambas sedes,  explicó el maestro Gregorio Rogelio Cruz Reyes, académico de la Facultad de Físico Matemáticas, se distribuirán unos 35 telescopios con filtros solares, desde los que integrantes del programa Del Aula Al Universo y de la Sociedad Astrónoma de Puebla, compartirán un poco de ciencia. 

Este eclipse solar parcial,  detalló, se verá de manera más directa en entidades de Estados Unidos, en tanto que en México y en específico en Puebla,  la sombra de la luna cubrirá cerca de un 30 por ciento del sol.

A lo largo de un par de horas,  explicó,  el cielo se verá un poco menos luminoso, algo así –ejemplifica-, como si hubieran cambiado el foco del cielo por uno menos intenso o como si el día estuviese un poco más que nublado.

Intentar ver al astro de manera directa, puede dejar daños a largo plazo en la vista por los destellos, aunque estos no son tan fuertes como en un eclipse total,  deben tomarse en cuenta.

"Es un daño más a largo plazo.A lo mejor, de inicio, el observador no lo nota, pero a lo largo de los días puede ver luces donde no hay.

Al observar el eclipse desde los telescopios de la BUAP, se podrá tener de manera directa una explicación sobre el fenómeno que ocurre en promedio cada 11 años. Las imágenes se verán entre 56 y 200 veces más grandes y, si ese día se atraviesan manchas solares, también se podrán observar.

En experiencias previas que como organizadores de este tipo de actividades han tenido en observaciones como la del tránsito de Venus y Mercurio, recordó Cruz Reyes, en cada sede han logrado orientar a más de mil ciudadanos, por lo que ahora, esperarían filas similares a formarse después de las 11:00 horas.

En el caso de no poder presenciar el eclipse con la oferta de la BUAP, recordó, hay alternativas como el proyectar el fenómeno en hojas de papel con el uso de binoculares o el uso de vidrio especializado, ambas opciones, como previsiones para no dañar la vista.