- Huauchinango
No llegan recursos para reconstruir bachillerato en Huauchinango
Huauchinango, Pue.- Ante el retraso en los recursos para la reconstrucción de las áreas afectadas por la tormenta Earl, padres de los alumnos del bachillerato Huellitlatuani de Xaltepec, en Huauchinango, pidieron a las autoridades de Protección Civil y de la Secretaría de Educación Pública (SEP) una “revaloración” del área donde está ubicada la escuela.
Los tutores mencionaron que viven en la incertidumbre pues desde que sucedió la tragedia que enlutó a su pueblo, ninguna autoridad se ha acercado a informarles la solución que se dará para remplazar o reacondicionar los edificios en los que toman clases sus hijos.
La población escolar del bachillerato Huellitatuani es cuatro veces damnificada: su edificio se construyó en una zona de difícil acceso y escarpada; con el paso de los años la tierra reblandecida de la ladera fue cayendo poco a poco. Los padres solicitaron –oficio de por medio- que se hiciera un muro de contención pero no les hicieron caso. “La burocracia, ya ve usted”, aseguraron. Luego vino el paso de la tormenta Earl que los expulsó de sus edificios y ahora la zozobra de desconocer qué va a pasar con ellos. Ni siquiera saben si la escuela fue incluida en el FONDEN para una eventual reubicación o rehabilitación.
Las instalaciones de la escuela de educación media superior están en una de las zonas más altas de la junta auxiliar indígena ubicada cerca de la presa de Nexapa –el barrio Ahila- y fue catalogada como de alto riesgo tras el paso del fenómeno natural hace casi nueve meses. En la parte baja de la loma donde se encuentra, avanzó el deslizamiento de rocas, agua y tierra que devastó a la localidad.
Sin embargo, refieren, la estructura del edificio aparentemente está intacta y lo que quieren saber es si es posible usarla o en su defecto en qué lugar del poblado podrían ser reubicados.
Refirieron que la definición tiene cierta urgencia, debido a que desde noviembre pasado los casi 200 alumnos toman clases en seis aulas móviles que fueron ubicadas en un terreno que pertenece a la iglesia Católica y ya han recibido la petición de desalojarlo pues se acercan las fiestas de la Virgen de La Natividad -en septiembre- y el lugar es ocupado como estacionamiento.
En principio se les dijo que los camarotes que sirven de salones escolares podrían ser instalados en un lote de la secundaria Siglo XXI, pero las malas condiciones de los accesos a esa otra escuela se los impidió y terminaron en la propiedad del templo.
“Queremos saber si podemos reintegrar a nuestros hijos al edificio escolar. Esperar un dictamen para definir qué vamos a hacer. Se dijo que con recursos del FONDEN se compraría un terreno, pero al parecer no hay recursos. No tenemos ninguna información y la opción que les va a quedar es irse a la calle a tomar sus clases porque también deben dejar el terreno de la iglesia”, añadieron.
Según datos oficiales, a casi nueve meses de la contingencia por la tormenta tropical Earl, casi mil estudiantes de la entidad siguen en salones provisionales y sólo han sido reconstruidas dos de las nueve escuelas que lo requieren: la telesecundaria Emperador Cuauhtémoc de Patoltecoya en Huauchinango y el bachillerato de la cabecera municipal de Tlaola.
Según el Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos se requiere de 78 millones de pesos –de aportaciones federales-, para que se habiliten las escuelas que atienden a los 960 alumnos que toman clases en aulas móviles.