Javier Salgado Pareja, investigador de la Universidad de Tokio, informó que el proyecto tiene cinco años de trabajo, por lo que los sensores tienen la técnica denominada micromecánica.

El sensor interno tiene un peso de 14 gramos y puede detectar los tipos de movimiento en las construcciones, para detectar sus puntos débiles y repararlos.

 

Los sensores podrían aumentar a siete el siguiente mes para que Atlixco sea la primera ciudad en tener su propia red sísmica. Al terminar el año se espera tener 100.

 

El equipo fue desarrollado por alumnos de la Universidad de Tokio, pero fueron fabricados en Alemania.

 

Para que los habitantes de Atlixco puedan adoptar un sensor solamente deben acercarse al Club Rotario Villa de Carrión, donde obtendrán mayor información.