Ahuacatlán, Pue.- Con una jornada cultural que incluyó una misa y la pintura del mural comunitario “Zapata Lama”, pobladores de San Mateo Tlacotepec, en Ahuacatlán, reiteraron su oposición a la hidroeléctrica Puebla 1 que la empresa Comexhidro quiere construir en las aguas del río Ajajalpan y le pidieron respete la orden de suspender las obras que emitió un juez federal.

El rostro de Emiliano Zapata, una mujer con paliacate en el rostro que representa a la Madre Tierra, un caudaloso río, una montaña verde, ojos de mazorca, flores multicolores como las bordadas en las blusas de las mujeres que lo pintaron y en el centro los tres corazones del pueblo totonaku que habita el territorio donde el corporativo socio de la transnacional Walmart quiere instalar una generadora de energía para “abaratar” sus costos, fue plasmado de manera colectiva en los muros del curato.

San Mateo Tlacotepec es una pequeña comunidad ubicada, como su nombre lo dice, a la mitad del cerro y tiene poco más de 2 mil 500 habitantes, 90 por ciento de los cuales son hablantes del totonakú y preservan las costumbres que les enseñaron sus abuelos, por ello pidieron que en el mural que dirigió la pintora Paloma Rodríguez se retrataran sus raíces, pero también sus luchas más recientes.

El mural, dijeron, es una nueva manera de expresar su rechazo a la hidroeléctrica en el río Caltepetlacalco -como aquí le llaman al Ajajalpan-. “Nosotros, dijeron, somos pobres, no tenemos nada, pero aquí se da plátano, se da café, se da maíz, el frijol, se da el chile. Y nuestra preocupación son nuestros hijos, nuestros nietos y bisnietos. Los que vienen atrás. No queremos a los ricos ni a los empresarios, queremos que se regresen de donde vinieron. No queremos hidroeléctrica”.

Los indígenas forman parte del Comité de Defensa del Territorio de Ahuacatlán que interpuso una demanda de Amparo contra el proyecto que busca generar hasta 60 megavatios de electricidad para abastecer energía a Walmart, Waldo’s, Suburbia, Operadora Vips, Colchas México e Ileana Jinich Mekler, por lo que obtuvieron del Juez la suspensión de las obras hasta que se dicte sentencia.

Sin embargo, señalaron, hace una semana una maquinaria entró a la población con el argumento de hacer un camino hasta un terreno privado, propiedad de su vecino Carlos Sánchez, pero ellos creen que se trata de trabajos de la empresa porque hasta el momento nadie les ha podido explicar en qué consiste la obra, de dónde provienen los recursos.

Casi al mismo tiempo, añadieron, iniciaron ataques a sus abogados por la defensa de los derechos humanos, para criminalizarlos, lo mismo que a sus asesores.

Los habitantes del lugar señalaron también que desde el gobierno municipal y la empresa han empezado a denunciar a los opositores, como una forma de amedrentarlos y debilitarlos en su resistencia. Pero “es el pueblo el que debe decidir y por eso con canto, con la liturgia y con el mural, expresamos ese rechazo”.