Tras el ataque contra tres policías investigadores en Atzitzintla y su posterior asesinato, las clases fueron suspendidas en ese municipio por acuerdo entre padres de familia y directivos de las escuelas.

La decisión fue tomada para permitir las investigaciones de las autoridades, pero principalmente con la finalidad de no poner en riesgo a los estudiantes.

En un recorrido hecho por Municipios Puebla en las calles de Atzitzintla, se pudo notar que los pobladores iniciaron su jornada con miedo, lo que se notaba en los negocios medio abiertos.

“Fue una noche larga en la cual se escuchaban camionetas bajar y subir a alta velocidad, a lo lejos rumbo a Texmalaquilla se escuchaban disparos del Ejército, ya no salimos para nada”, platicó Rufino, un vecino de la población.

Lo sorprendente fue ver la fachada del ayuntamiento baleada y cerrada junto con la comandancia de la Policía Municipal.

Cabe mencionar que el edil Isaías Velázquez y varios de los uniformados se encuentran detenidos, ya que se sospecha que están involucrados con los criminales que quitaron la vida a los policías este jueves. 

Pobladores solicitaron la instalación de una base de la Policía Estatal, además de que mostraron su intención de crear un grupo ciudadano que se haga cargo del gobierno municipal.

El operativo

Durante el operativo policial realizado la noche del jueves en Atzitzintla, Esperanza y Palmar de Bravo, para dar con “huachicoleros”, testigos afirman que los delincuentes no tuvieron tiempo para sacar armas y combustible.

En un camino que enlaza a Esperanza y Palmar de Bravo se podía ver una camioneta que fue incendiada para evitar el paso de la autoridad. Se sabe que San José Esperanza fue uno de los lugares donde los ladrones de combustible pusieron más resistencia.

En Encrucijada, perteneciente a Palmar de Bravo, policías entraron a los domicilios y descubrieron que en dos había tomas clandestinas de combustible.

En Esperanza también se vivió un día tenso y de escuelas cerradas.