Santa María Coronango, Pue.- Ante la presión de los vecinos, el cabildo de Coronango aceptó realizar una sesión extraordinaria para discutir nuevamente y revocar el apoyo a la reforma constitucional que posibilita al gobierno estatal tomar control del servicio de agua potable en los municipios.

La determinación de los regidores fue la respuesta a la toma de la presidencia municipal por parte de unos 300 pobladores que retuvieron dentro del edificio a los trabajadores por cerca de una hora.

La sesión extraordinaria de Cabildo fue convocada para la mañana del sábado.

Al mediodía de este viernes, habitantes realizaron una asamblea pública para discutir la supuesta intención del ayuntamiento de "concesionar" el agua potable.

Al subir los ánimos, los vecinos realizaron una manifestación y se dirigieron a tomar la alcaldía.

Solo se retiraron cuando tomaron conciencia que cometían un delito al retener contra su voluntad al personal del ayuntamiento e incluso al delegado de la Secretaría General de Gobierno.

Por su parte, la alcaldesa Hermelinda Macoto Chapulí reiteró que su administración rechaza la privatización del servicio.

Precisó que la reforma que propone el Congreso Estatal solo asegura a los poblanos el acceso al agua potable, sin intentar entregar su manejo a un tercero.

Tras realizar una asamblea en la plaza principal, alrededor de 300 vecinos, entre quienes se encontraban habitantes de otros municipios de la región, acordaron crear un concejo ciudadano que evite la privatización.

Además, exigieron la realización de un cabildo extraordinario para echar abajo la aprobación de los regidores de la reforma constitucional porque las familias del municipio no permitirán que sus recursos sean manejados a manera de negocio por una empresa.