Huauchinango, Pue.- Con machetes, motosierras y palas, unos 250 pobladores de Cuacuila, comunidad de Huauchinango, salieron a limpiar el antiguo camino que va esta comunidad indígena, pues se encuentra cerrado desde hace tres meses cuando la fuerza de la tormenta tropical Earl le arrebató la vida a cinco personas, dos de ellas menores de edad.

El ánimo ahora fue distinto, los indígenas nahuas bajaron por el cerro que habitan para empezar los trabajos que lleven a la rehabilitación del acceso, con la construcción de muros de contención utilizados otras “tecnologías” que determinen los ingenieros que harán el levantamiento y los estudios de mecánica de suelos para saber qué hace falta.

Tras el “estudio” del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) respecto a que el antiguo camino de dos kilómetros y medio puede reabrirse, los cuacuileños no han quitado el dedo del renglón para iniciar los trabajos que lo permitan, y ayer, acompañados del presidente de la comunidad, Eugenio Pérez Ahuacatitla, quitaron lodo, desramaron árboles y retiraron los que estaban a punto de caerse, ello para permitir el acceso de la constructora que quedó de enviar la administración que encabeza el alcalde, Gabriel Alvarado Lorenzo.

En su recorrido, recordaron que hasta hace unos días las diversas corporaciones de protección civil no dejaban ni siquiera caminar a la gente por la vía, “pero ya tenemos derecho de meter mano y tenemos que actuar, porque el pueblo lo pide a gritos, la reapertura”.

La camaradería, los chiflidos y los gritos, le devolvió la vida al que hasta hace unos días fue un tramo solitario. Sonaron las risas y los chistes, mientras las palas, machetes y motosierras, chocaban contra algunas ramas y piedras sueltas de la impresionante ladera de la calle Nigromante, en la colonia La Cumbre de la cabecera, uno de los primeros asentamientos poblacionales de este lugar.

Mientras avanzaban, se encontraron con algunos drenajes que siguen vertiendo sus aguas en la desgajada montaña, pero aseguran que el Ayuntamiento es responsable de clausurarlos, aunque no lo ha hecho, pese a que ellos han mandado solicitudesel  para que se cierren y los vecinos se conecten a la red urbana.

“También están permitiendo echar el colado de una casa. No sabemos por qué si es una zona de riesgo en la que ya no se debe construir. Mientras nosotros como pueblo, pues que nos chinguemos y ellos dan permiso de construcción”, reclamó la autoridad comunitaria.

Pérez Ahuacatitla descartó que por el momento vaya a haber protestas de los pobladores, pues “si hay respuesta del municipio esperamos que sea pronto. Y si no lo hace, el pueblo tomará sus decisiones. Queremos que nuestra autoridad municipal apoye al pueblo, queremos un buen camino, que sea digno porque es patrimonio de la comunidad indígena y no dejaremos que se pierda. Con el trabajo de todos, le daremos más vida”.

Entrevistado por separado, el alcalde de Huauchinango, Gabriel Alvarado Lorenzo, reiteró que el camino se reconstruirá con recursos municipales y señaló que los trabajos realizados por los pobladores de Cuacuila fueron acordados con la Dirección de Obras Públicas.

Agradeció la paciencia de los indígenas e indicó que hace algunas semanas se limpió también la calle Gabriel Oropeza que se convierte en el acceso a la comunidad, además que con maquinaria se está limpiando la parte cercana al puente, se dejará tierra firme para evitar más deslaves y se continuará con la estabilización.

Indicó que fue la Secretaría de Infraestructura del estado la que realizó la mecánica de suelos que permitirá determinar qué es necesario hacer para reabrir el acceso a la circulación vehicular, lo mismo que el camino a la población de Acatlán en la junta auxiliar de Cuautitlán.