Cuautlancingo, Pue.- Después de meses durante los cuales Petróleos Mexicanos (Pemex) dejó a la deriva la limpieza de los predios aledaños al derrame de crudo a causa de una toma clandestina, entre Cuautlancingo y Coronango, se retomaron los trabajos desde finales del mes de octubre.

La paraestatal no ha informado de manera oficial cuando concluirán las maniobras en el predio donde prácticamente se formó una laguna de crudo, pero es posible apreciar cuadrillas trabajando con hombres enfundados en overoles naranja.

En un extremo del predio se almacenan bolsas negras en las que se han extraído porciones de tierra contaminada.

En la zona central del predio que queda detrás del fraccionamiento Paseo del Roble se ha colocado una estructura para contener y colectar el combustible derramado.

Además, trascabos realizan una suerte de cisternas o zanjas, mientras pipas con grandes tanques también circulan en las inmediaciones para recolectar el material.

Tampoco se dio a conocer si Pemex regularizó el proceso para reparar los daños generados a vecinos del fraccionamiento Paseo del Roble, quienes se encontraban a la espera de que se les pagara los gastos que debieron hacer para paliar el problema que les generó el derrame

El  pasado 18 de julio, una toma clandestina provocó la ruptura de un ducto que transportaba crudo, por lo que se generó una columna de más de 20 metros de altura a causa de la presión. El penetrante olor a combustible alarmó a los vecinos de al menos 15 fraccionamientos a la redonda.

Pese a que no fue necesario evacuar a ninguno de los vecinos, quedó sembrada la incertidumbre de que alguna tragedia podría ocurrir en el futuro a causa de la presencia de ductos de Pemex.