- Huauchinango
Drenaje y deforestación ocasionaron deslaves en Huauchinango: Cenapred
Huauchinango, Pue.- Con un estudio que omitió el impacto de megaobras como la autopista México-Tuxpan y el gasoducto Tuxpan-Atotonilco y su eventual influencia en los deslaves registrados durante la tormenta tropical Earl, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) atribuyó a la existencia de drenajes y la deforestación para la agricultura, entre otros, la inestabilidad de las laderas en la región afectada.
Lo anterior, en la “opinión” denominada “Análisis geológico y geotécnico de las afectaciones sucedidas por deslizamientos, flujo de escombros y desbordamiento de ríos ocurridas en diversas localidades de la Sierra Norte afectadas por la depresión tropical Earl”, emitido el pasado 6 de octubre.
En el documento se establece que entre las principales causas de los deslaves se encuentran: “la deforestación de laderas para la generación de terrenos de cultivo; una inadecuada canalización del agua pluvial; la construcción de edificaciones en lugares donde el terreno es sumamente blando o de mala calidad geotécnica y a los asentamientos (humanos) en zonas de alta pendiente o en zonas donde existe un cauce natural de corriente”.
“Con base en lo anteriormente expuesto se puede concluir que las actividades humanas sobre el terreno, tienen una importancia fundamental en el comportamiento de la tierra, la cual se expresa en la forma de distribución de sitios donde ocurrieron los deslizamientos de las laderas”, se establece.
Xaltepec, Cuaxicala, Cuacuila, el Camino a Cuacuila, Papatlazolco, Huilacapixtla, Nopala, la colonia Miguel Hidalgo y la calle Nigromante de Huauchinango; el municipio de Tlaola y la carretera a Chiconcuautla, fueron los puntos incluidos y sobre los que el Cenapred emitió algunas recomendaciones para prevenir riesgos.
No obstante el centro nacional se deslindó de responsabilidad por la falta de seguimiento o ejecución de las mismas, aunque antes advirtió que el documento “no es un dictamen técnico”, sino una “opinión calificada sobre las condiciones de peligro y riesgo que prevalecen en los lugares evaluados”.
Firmado por Carlos Miguel Valdez González, el director general de la dependencia gubernamental surgida a raíz del sismo de 1985, se critica también falta de arraigo de la cultura de protección civil que redunda en la inconsciencia sobre los peligros y riesgos a que se expone la población.
Las recomendaciones
Para las comunidades de Tlaola y Xaltepec, donde el Cenapred considera que persiste el riesgo de deslizamientos se recomienda informar a la población sobre los eventos meteorológicos y tener listos los albergues para trasladarlos; además de identificar los síntomas de las laderas y reubicar las viviendas cercanas a los ríos.
A las calles Nigromante y Camino a Cuacuila o Gabriel Oropeza se consideró conveniente que se les declare como no aptas para la construcción de viviendas y se recomienda la reubicación de las cercanas a la zona de deslizamientos.
Aunque consideraron que el Camino a Cuacuila puede reabrirse al tránsito vehicular y peatonal, se condicionó a labores de la prevención en la parte superior, que incluyen la “demolición de viviendas con agrietamientos y las que se encuentran en el límite de inestabilidad”. Omitiéndose el uso de explosivos. Además deberán tirarse las rocas, árboles y suelo en los lugares agrietados.
También se recomendó realizar estudios específicos para determinar el método más adecuado para la rehabilitación de la vía. Así como revisar los drenajes y redes de agua potable para evitar más deslizamientos y detectar fugas.
Pero se recomienda hacer estudios geológicos, geotécnicos y geofísicos para que las autoridades “locales y estatales tomen las mejores decisiones”.
Para San Miguel Acuautla se determinó que debe monitorearse la zona de manera permanente para prevenir deslizamientos que afectarían tanto a la autopista, como a la carretera federal México-Tuxpan.
El Cenapred hizo un llamado a Petróleos Mexicanos (Pemex) para que termine las zanjas que dejó en el cerro sagrado del Yeolotépetl en Cuaxicala ya que hay síntomas de inestabilidad en la ladera, provocados por “escarpes, grietas y una mala conducción del agua pluvial” que se acumula en las mismas.
Sobre el camino a Chiconcuautla se recomendó hacer estudios hidrológicos para diseñar las obras de captación y conducción de agua y así evitar que se infiltre al suelo.