Atlixco, Pue.- Jóvenes con un perfil de desintegración familiar, donde hubo alcohol o drogas, o simplemente por el gusto de seguir los pasos de su padre, son quienes integran una de las 57 pandillas que hay en Atlixco. De ellas hay 10 consideradas como peligrosas.

Sus líderes se inician desde temprana edad, entre los 10 y 11 años, para ser dirigentes a los 18. Su comportamiento es cruel y rudo, pero eso no importa cuando se quiere pertenecer al grupo.

El director de Seguridad Pública de Atlixco, Javier Machuca Vargas, aceptó que “se tiene una ubicación de las pandilla en el área rural y en el área urbana. En el área rural es donde se presenta la mayor cantidad de este tipo de asociación pandilleril, que nosotros le llamamos jóvenes en riesgo, son jóvenes en su mayoría menores de edad que se dedican al tema de las pandillas”.

Entre las comunidades donde más se han detectado están: Santa Lucía Cosamaloapan, San Jerónimo Coyula, Huilotepec, Metepec, San Diego Acapulco, las colonias Maximino Ávila Camacho, Alta Vista y Revolución.

Las pandillas que se han identificado con mayor actividad y un gran número de agremiados, que oscila entre los 10 y 50 integrantes, son:

-Los Malditos Gasper

-Los Gaspers

-La Mugre

-Los Caifanes

-La Raza Loca

-Los Hijos de Zeus

-Los Faraones

-Los Niños Malos

-Los Crazy Boy

-Los Guayabos

Hay pandillas que se desintegraron pero que se volvieron a juntar, como La Gran Familia Mexicana, aunque no tuvo su origen en Atlixco. Esta pandilla se encuentra integrada por jóvenes que pertenecían a Los Faraones y Niños Malos.

“Lo que tratamos de evitar es que los jóvenes que conforman este tipo de pandillas pues no caigan en las garras de las drogas que es muy probable y después es muy fácil que le entren a otro tipo de actividades, y son muy susceptibles incluso de ser reclutados por la delincuencia organizada, es una complicación que tenemos visualizada y tratamos de evitar”, confirmó el funcionario.

Y es que las principales adicciones de sus integrantes son al alcohol, inhalantes, solventes y marihuana.

“Cuando la adicción se comienza a convertir en una necesidad es cuando se inicia con otro tipo de acciones que normalmente terminan en delito, como robo, robo de autopartes, aparte de las riñas que se provocan a partir de la división territorial”, agregó.

Es por ello que se han implementado diversos programas para sacar a los jóvenes de las pandillas, entre ellos está La Banda Cuenta” y Jóvenes en Riesgo que ya da atención a 150 personas.