• Huauchinango

Sociedad debe frenar abusos, el gobierno no lo hará: Solalinde

El padre estuvo en Pahuatlán para oficiar una misa y asistir al Tercer Foro de Derechos Humanos y Defensa del Territorio.

Pahuatlán, Pue.- Los nombres de mil 600 ñahñus de San Pablito y 500 coyomes de la cabecera municipal de Pahuatlán que han migrado a Carolina del Norte fueron leídos uno a uno por el padre Alejandro Solalinde Guerra en la misa en la que llamó a tener fe, pero también a actuar para frenar los abusos en México, porque el cambio no vendrá del gobierno.

Miles de personas cargadas con ramos de flores se reunieron en la cancha techada de la junta auxiliar más poblada de este municipio serrano y otros cientos más llegaron a la iglesia de Santiago Apóstol para presenciar la eucaristía, escuchar la homilía y asistir al Tercer Foro de Derechos Humanos y Defensa del Territorio realizado en el Patio de la Galería Rafael Lechuga, ubicado a unos pasos del centro de este Pueblo Mágico, ubicado en la huasteca poblana.

La misa se convirtió en una expresión de cariño y confianza al presbítero que hace apenas unos años, por su trabajo, se  convirtió en uno de los personajes más notables de la iglesia católica, dada su lucha en defensa de los migrantes nacionales y centroamericanos en su tránsito hacia Estados Unidos.

Previo al foro de expresión, Solalinde pidió a los feligreses orar por México por la descomposición en la que está. “Hay mucha injusticia, hay mucha corrupción, hay mucha impunidad y violencia por todos lados”, pero también llamó a actuar para cambiar este estado de cosas.

“La religión es una y es buena. Es todo lo que vemos aquí, el templo, las velas, las flores, las bancas, las imágenes, los actos litúrgicos, cuando nos paramos y sentamos. Todo eso es religión; la fe es otra cosa, es obedecer a Dios y escucharlo”.

Destacó que el gobierno de México, “no se ha preocupado por nosotros, se ha desentendido de nosotros”, por lo que pidió que sea el pueblo el que accione. “Nosotros no tenemos que esperar a que cambie su corazón, porque él (gobierno) está bien puesto en el poder y dinero, necesitamos autoridades sensibles, humildes, que estén abajo con nosotros, que se preocupen por lo que está pasando, por los agresiones a migrantes que vienen del sur”.

Recordó que mucho se ha dicho sobre el ex presidente de México, Benito Juárez García, que no quería a la iglesia, “no quería a la iglesia poderosa de aquel tiempo” y subrayó la frase más conocida de Juárez: "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz; no puede haber nada más cristiano y nada más del reino de Dios que esta frase”, indicó Alejandro Solalinde.

Recalcó que las autoridades no viven esta frase, tampoco como pueblo de Dios, aunque la conozcamos, pues hay muchos atropellos, crímenes, corrupción, pero dijo que con la fe se puede cambiar al país, e insistió en que el cambio debe de venir de abajo.

Añadió que como misioneros del creador, “para luchar por la relaciones de justicia; relaciones de política justas que escuchen a la gente y que todos decidan; relaciones económicas justas que, teniendo un país rico como el que tenemos haya trabajo para todas y para todos, que nadie pase hambre; relaciones sociales justas y fraternas, que no juzguemos a los demás, que nos aceptemos como somos, todas las buenas relaciones es nuestra tarea… que no nos dividan las religiones, que no dividan los partidos, que no nos divida el consumismo”.

Al final de la eucaristía, en un acto inusual, Solalinde Guerra pidió que una mujer pasara al púlpito para que desde ahí ella fuera quien diera la bendición a los presentes.

En el Tercer Foro de Derechos Humanos, participaron como apoyo, la Red de Organizaciones Civiles y Derechos Humanos, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, la Cooperativa Cuautlali A. C., la Fundación Ideas Latinoamérica A.C., la Agencia de Desarrollo Local Sierra Verdes A. C., además de integrantes de las casas de estudios, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Benemérita Universidad Autónoma de México (BUAP) y la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

En el desfile de ponencias se abordaron temas como el de las lucha que han librado especialmente las mujeres habitantes de la comunidad de Zacacuautla, municipio de Acaxochitlán Hidalgo, colindante con el norte de Puebla, una zona saqueada durante más de una década por una familia auxiliada por una banda de talamontes.

De igual manera, acudieron vecinos de la sierra norte que denunciaron acciones de los proyectos denominados “de muerte”, como la introducción del gasoducto por la empresa Gasomex, a unos 170 metros de un jardín de niños en la comunidad de Cuacuila, municipio de Huauchinango.

Hablaron de la inminente amenaza de que indígenas podrían ser desplazados por el Proyecto Turístico Integral Necaxa, el cual se realizaría en las presas de Tenango y Neaxapa incidiendo en terrenos de localidades como Papatlatla, Palatlazolco, Xaltepec y Tenango de las Flores, todas del municipio de Huauchinango.

Por otro lado, se denunció la extensa concesión de tierras a empresas extranjeras y nacionales dedicadas a la minería en donde sobresalen el dato equivalente de “uno de cada 10 metros cuadrados de terreno” concesionado a la minería de las marcas Almaden Minerals, Autlán y Grupo México.

Además de la denuncia sobre las acciones de la empresa Deselec-Comexhidro, misma que pretende construir la hidroeléctrica Puebla 1, utilizando el cauce del río Ajajalpan, afectando a comunidades de Ahuacatlán, Tlapacoya y San Felipe Tepatlán.

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