Zapotitlán de Méndez, Pue.- El Comité Revolucionario Indígena de Zapotitlán de Méndez demandó a la Secretaría de Energía (SENER) que la consulta para la construcción de la Hidroeléctrica San Antonio que la empresa GESA pretende hacer en los ríos Zempoala y Ateno, se apegue a lo establecido en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Lo anterior fue dado a conocer por Raymundo García López, quien es uno de sus integrantes, tras informar que la semana pasada, funcionarios de la SENER y de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), pretendían reunirse en Zacapoaxtla con representantes de diversas organizaciones para “intercambiar puntos de vista de cómo están las comunidades”.

Sin embargo el encuentro no se realizó porque los empleados del gobierno federal “llegaron tarde” y no se fijó ninguna fecha para una próxima sesión, explicó.

No obstante, García López añadió que reiterarán al titular de SENER, Pedro Joaquín Codwell, su oposición al proyecto San Antonio -que involucra a este municipio y a los de Xochitlán, Zoquiapan, Nauzontla y Atlequizayan- y también a otra hidroeléctrica que se pretende instalar en San Juan Tahitic, en Zacapoaxtla.

Desde enero de 2014, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) condicionó la construcción de la generadora de energía al resultado de una consulta a los pobladores indígenas de esta región y hasta la fecha no ha sido realizada

Al contrario, los habitantes de estos territorios han manifestado su rechazo a la instalación de la hidroeléctrica: en octubre de 2014 ante la embestida de los empresarios de GESA habitantes de Xochitlán de Vicente Suárez firmaron un manifiesto de rechazo “absoluto” al proyecto que quieren imponer mediante “engaños” y exigieron se respete su derecho a darse el desarrollo que ellos decidan.

Mientras que el pasado mes de septiembre tras una asamblea comunitaria, el alcalde de Zoquiapan, Keni Hernández González, se comprometió a respetar la decisión de su pueblo para impedir la construcción de la hidroeléctrica San Antonio y a convocar a su Cabildo para declarar a este municipio “libre de proyectos de muerte”.

San Antonio

De acuerdo con la empresa, con la construcción de la hidroeléctrica San Antonio se pretende generar 37.6 MW de energía eléctrica, por lo que construirán dos obras de toma sobre los ríos con una altura aproximada de seis metros, una casa de máquina con seis y dos tuberías Pelton, tres líneas de transmisión de 384, 2 mil 936 y 6 mil 620 metros de postes, respectivamente.

El poblado más cercano a la presa o embalse es Santecomata, municipio de Xochitlán de Vicente Suarez, y está situado a 800 metros lineales y a  200 metros de altura de la obra de toma, que del cauce que se mantendrá al mismo nivel.

Los trabajos implicarían el cambio de uso de suelo en poco más de 16 hectáreas lineales del terreno, en las que habrá “remoción” de la capa vegetal que “no es un bosque”, aseguraron los biólogos de GESA. 

Sin embargo, los inconformes han señalado que sólo para la construcción de una brecha, la empresa “arrasará” con las especies del bosque mesófilo de montaña en los dos kilómetros de longitud que separan a la Poza Verde del Río Zempoala, un área que está comprendida en la Región Terrestre Prioritaria número 105 de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

Además de que la construcción de la generadora de energía abarcará 19 hectáreas, 90 por ciento de las cuales deberán ser taladas, según la SEMARNAT, por lo que los indígenas rechazaron que la remoción de capa vegetal que pretende la empresa sea sólo una “barbechada” como han manifestado. Acabarán, dijeron, “con una región rica en especies endémicas y apta para la conservación”.