Zacapoaxtla, Pue.- De las 500 beneficiarias de Prospera en la junta auxiliar de Las Lomas, en Zacapoaxtla, el 70 por ciento de ellas utilizan el recurso federal en la adquisición de préstamos con alguna empresa financiera, por lo que mantienen adeudos que incluso no pueden solventar, explicó el enlace municipal y responsable del área de grupos vulnerables, Pedro García González.

Refirió que el Gobierno de la República destina 14 millones de pesos para repartir entre las 7 mil beneficiarias de Prospera en esta demarcación, las cuales se han convertido en el blanco principal de prestamistas, quienes ofrecen sus servicios con altos intereses.

Al respecto, detalló que según las reglas de operación, el dinero que se les entrega como parte de este programa debe ser utilizado en 3 componentes: salud, educación y alimentación, y no en algún otro rubro.

En ese sentido, precisó que el 70 por ciento de las 500 beneficiarias de esta junta auxiliar de Zacapoaxtla optan por abrir alguna línea de crédito o préstamo, de tal manera que omiten realizar pagos como cuotas escolares y desayunadores escolares, además, quedan sin dinero para comprar alimentos, útiles y uniformes escolares, entre otros.

Por su parte, el juez de paz de esta comunidad, Job Contreras Hernández, denunció que una mujer que se identificó como responsable de la SEDESOL, Yolanda Lara Guerrero, invitó a las mujeres a gastar el dinero en lo que quisieran, sin importar que no se tratara de rubros como salud, alimentación y educación.

Al respecto, municipiospuebla.com.mx buscó información con la funcionaria en cuestión, esto mientras se encontraba en el auditorio auxiliar de Las Lomas, sin embargo, se negó a dar una postura e impidió que se tomaran fotografías dentro del inmueble.

Por último, el juez de paz sentenció que hay 2 grupos de personas que deben más de 70 mil pesos, uno de los cuales ha sido demandado por la financiera con la que tienen adeudo, pues los individuos ya no pueden pagarlo.

En otras localidades como Ahuacatlán y Xalacapan también se ha observado que trabajadores de empresas como Coppel y Compartamos acuden a los puntos de pago para esperar que las beneficiarias cobren su dinero y posteriormente cobrarles, destacando que quienes aún no son clientas, las abordan para ofrecerles préstamos.