Huauchinango, Pue.- Entre ratas, moscas, perros y malos olores vivieron durante 20 años vecinos de la calle Colón en el barrio de San Juan en Huauchinango, debido a la existencia de una montonera de basura en un terreno aledaño a la carretera federal México-Tuxpan, donde desde ayer instalaron un altar a la Virgen de Guadalupe, nuestra madre la tierra.

Dos decenas de habitantes del barrio de San Juan, en el norte de la cabecera municipal, asistieron el miércoles a la primera misa ante la imagen de Guadalupe-Tonantzin que se ubicó en un pequeño nicho en el lugar donde estaba el basurero.

Los vecinos, acompañados de empleados del Servicio de Limpia Municipal, quienes llegaron con su respectivo uniforme color naranja y algunas autoridades, presenciaron la primera eucaristía celebrada por un sacerdote de la Parroquia de Santa María La Asunción.

La celebración ya no transcurrió sobre el tiradero, sino sobre una plancha de concreto estampado, adornado con algunos arrayanes y arreglos florales que llevaron los feligreses para la celebración católica.

Una de las habitantes del lugar que más "sufrió" la problemática durante dos décadas es Maribel Cantú Fugueman, quien recordó lo incómodo que fue ser vecina de una montonera gigante de basura. “Estuve durante 20 años gestionando ante las autoridades que quitaran el tiradero y nadie me hizo caso hasta ahora. Pero qué lástima que se tenga que utilizar una imagen sagrada para hacer conciencia en la gente”, lamentó.

Recordó que fue durante la administración de la ex presidenta municipal de Huauchinango, Pilar Jiménez de Giorgana, cuando en el lugar se colocaron “unos contenedores de basura, pero no se les dio mantenimiento. Por lo que la basura se concentraba y caía al piso. Posteriormente se dejaron de poner los contenedores, sin embargo la gente ya tenía la costumbre de usar el lugar como basurero”.

Ahora el sitio está destinado para el culto religioso. La columna norte del puente peatonal que se encuentra sobre la carpeta asfáltica federal, fue usada para pegar las losetas que tienen estampada la imagen de la Guadalupana, una repisa de cemento y un pequeño techo.

Con la medida, se pretende que los vecinos del barrio e “incluso habitantes de otras poblaciones como Necaxa, dejen de llegar con su basura para dejarla en el paraje, además de que las autoridades municipales se comprometieron a calendarizar el paso de los camiones recolectores de basura, dos días a la semana por esa calle”, compartió Maribel Cantú.