Huauchinango, Pue.- La tala ilegal practicada por habitantes de las comunidades de la región ha provocado la deforestación de un 80 por ciento del cerro de Zempoala o Zempoaltépetl, ícono del municipio de Huauchinango, informó la ingeniero María Guadalupe Ramos Torres, vecina de la población de Xopanapa, quien aseguró que desde hace unos 20 años tiene referencia del estado ambiental de la zona.

La profesional, es especialista en el mantenimiento de refinadoras petroleras, pero desde hace dos décadas se ha dedicado a trabajar en pro de la ecología. Aunque es originaria de Arizona en los Estados Unidos, está vinculada a México por sus raíces.

Ramos Torres indicó que desde que llegó a la región, ha vivido e las inmediaciones de la comunidad de Xopanapa, desde donde emprendió un estudio sobre la calidad del agua para una empresa y que comprende 100 kilómetros a la redonda, por lo que se ha percatado de la pérdida de los yacimientos del líquido vital, “principalmente por la tala indiscriminada del bosque de pino”.

Expresó que lo que la motivó a estudiar los cuerpos de agua de esta región “fue que ninguna institución, ni Conagua (Comisión Nacional del Agua) u otra de esas, tiene una presencia constante en la zona y no han hecho ningún análisis”.

Alertó que por la deforestación desmedida, también se están perdiendo algunas especies de animales silvestres, tales como el conejo, el venado y el que está “ya por extinguirse” es el armadillo.

Para paliar la situación que se vive en la zona, opinó que alguna dependencia debía iniciar “la reforestación, el reciclado del agua y dar manazos a los que talan de manera clandestina, es decir, aplicarles la ley para que vayan aprendiendo y cambiando la mentalidad de no tirar árboles, de no ver a los ríos como basureros”.

Hasta el momento ha acudido a los distintos niveles de gobierno que tienen que ver con el tema ecológico “y todos me dan una palmadita y me dicen ‘sí, ingeniero Guadalupe, nosotros le mantendremos informada’. Pero no hacen nada”.

Por ejemplo, explicó que a la pasada administración municipal que encabezó Omar Martínez Amador, le solicitó “en varias ocasiones” grandes cantidades de árboles para empezar a reforestar, y también a otras dependencias como “la Conafor (Comisión Nacional Forestal) o no sé ya cómo se llama la institución, pero nunca me mandaron árboles para sembrarlos”.

Además de la tala inmoderada y la humedad que se está perdiendo, está la contaminación del agua, “no se preocupen por el precio del petróleo, preocúpense por el costo del agua, que es lo que va a estar más caro que el hidrocarburo, si es que no la cuidamos y seguimos tirando desechos en los ríos” advirtió.