A través de la promesa de apoyos para la construcción de viviendas, al menos 300 indígenas de la región de Zacapoaxtla fueron defraudados por la Red de Sociedades Cooperativas Región Totonaka, encabezada por Santafé Castañeda Villegas, por un monto de hasta 10 millones de pesos.

Lo anterior fue señalado por Irma Ramos Galindo, precandidata de Movimiento Ciudadano a la diputación federal del Distrito IV con cabecera en Zacapoaxtla, quien dijo haber recibido las denuncias.

La estafa comenzó en 2012, cuando las cajas comunitarias involucradas comenzaron a recibir las aportaciones de hombres y mujeres indígenas de municipios como Caxhuacan, Olintla, Huehuetla y Zapotitlán, entre otros.

De esa manera, iniciaron la aportación de 100 pesos para pertenecer a la red, posteriormente continuaron con la entrega de cantidades a partir de 300 pesos, por lo que algunas personas depositaron hasta 8 mil pesos en total.

Según la red, cuando cada socio sumara 10 mil pesos en las cajas comunitarias recibiría 590 blocks, 25 bultos de calixta, 16 de cemento, 50 botes de grava y 60 de arena, material que sería utilizado para iniciar la construcción de sus hogares.

Hasta la fecha, agregó Ramos Galindo, se han detectado 300 casos, sin embargo, se estima que al sumar las denuncias de todas las comunidades en las que tiene presencia la Red de Sociedades Cooperativas Región Totonaka, el número de personas afectadas ascenderá a más de mil.

Ante dicha situación, el fraude podría representar un monto final de 10 millones de pesos.

El problema fue expuesto ante autoridades municipales, sin embargo no han ayudado a resolverlo, incluso Castañeda Villegas ha firmado acuerdos en los que se compromete a devolver el capital con un 25 por ciento de intereses.

La precandidata dijo que espera juntar a todas las víctimas de la estafa, para integrar una denuncia conjunta ante el Ministerio Público.

Ofrecía altos rendimientos

De acuerdo con uno de los folletos repartidos por la Red de Sociedades Cooperativas Región Totonaka, los rendimientos ofrecidos a sus clientes podían ir del 4 al 24 por ciento anual, dependiendo de la inversión.

Quienes metieran de cien a tres mil pesos podrían recibir el 4 por ciento de interés, pero el porcentaje aumentaba seis veces para depósitos superiores.

Una de las condiciones era que los beneficios solamente se podían retirar al cabo de un año, ya que el capital era usado para financiar proyectos “socio-productivos”, en la creación de sociedades cooperativas, de mejoramiento del café y de conservación del medio ambiente.