El Plan de Alivio Migratorio anunciado por el gobierno de los Estados Unidos beneficiará a alrededor de cinco millones de indocumentados en ese país, muchos de ellos mexicanos.

En ese número se encuentran historias de muchos poblanos, que no siempre se alegraron por el aviso.   

Guillermo Jiménez

Edad: 40 años

Ocupación: trabaja en un deshuesadero

Hace casi 15 años que Guillermo dejó la ciudad de Puebla para ir a los Estados Unidos con la esperanza de un mejor futuro, desde entonces ha vivido en las sombras.

La voz le cambia cuando habla sobre el plan del presidente Barack Obama, que le permitirá quedarse por lo menos tres años legalmente en la unión americana.

Hasta la semana anterior, un día normal empezaba con el temor de ser detenido camino al trabajo: “cuando sales de tu casa prendes tu carro y le pides a Dios no encontrarte a un policía, y si lo encuentras que no te vea”.

Como él, millones de mexicanos tienen que soportar empleos mal pagados debido a su estatus migratorio. La falta de un ID (tarjeta de identificación) le impide tener pagos completos, acceso a créditos, abrir una cuenta bancaria y hasta comprar medicinas.

“Si nos enfermamos, como no tenemos aseguranza (seguro médico) tenemos que pagar entre 250 y 300 dólares por consulta, más las medicinas. Luego el médico manda tu receta a la farmacia, pero si no llevas tu ID no te las venden. Tienes que pedir de favor a alguien que te preste su ID”.

Guillermo es padre, tiene hijos americanos gracias a los cuales tiene la posibilidad de acogerse al Plan de Alivio Migratorio.

“Mis hijos entienden de qué se trata”, explica. Recuerda que muchas veces le preguntaron por qué tenía miedo cada vez que veía a un policía. En su momento tuvo que hablarles sobre su miedo a ser deportado.

Hoy dice que ya no tiene temor, por lo que seguramente podrá tomar vacaciones o simple y sencillamente salir de su casa un fin de semana, un lujo que no podía darse hasta antes del jueves pasado, para evitar ser enviado de regreso a México.

Ed Fortoso

Edad: 26 años

Ocupación: cantante

Cuando llegó a los 12 años a Nueva York, Ed se encontró con un mundo muy distinto al que había visto en Tilapa, el municipio de la Mixteca poblana de donde es originario.

Aunque es beneficiario del programa de Acción Diferida (DACA, por sus siglas en inglés), que le permite estar legalmente en el país siempre y cuando tenga entre 15 y 30 años cumplidos al 15 de junio del 2012, sus papás siguen sin regularizar su estatus migratorio.

Ellos, al no tener un hijo americano, no pueden acogerse al programa anunciado por el mandatario demócrata.

“Básicamente se ganó unos cuatro millones de votos, y al mismo tiempo me parece una decisión injusta (…) y digo injusta porque hay gente que tiene más de 10 años trabajando aquí y no fueron beneficiados”.

Y pone como ejemplo la historia de sus padres, quienes no cumplen con los requisitos, mientras que otros con menos tiempo en esa nación sí podrán beneficiarse. “Pero es lo que nos den, no lo que queramos”, dice con resignación.

Ed es rapero, y tiene trabajos de medio tiempo para ganar dinero. Sin embargo su principal motivación es hacer labor por su comunidad, desde la cual piensa seguir luchando para una reforma migratoria integral.

“Seguiremos luchando, haremos marchas para pedir una reforma justa, no se puede hacer otra cosa”.

Los beneficios de obtener la residencia

El sueño de muchos mexicanos en Estados Unidos es lograr su residencia. Sin bien eso no termina con la discriminación de la que muchas veces son objeto, por lo menos pueden acceder a una vida mejor.

David Flores

Edad: 31 años

Ocupación: construye casas

“El miedo ya se fue, ahora puedo ir a cualquier lado”, así responde David cuando habla sobre la obtención de su residencia legal.  

Gracias a que se casó con una ciudadana de ese país, pudo iniciar el trámite el año pasado. “Veo mi tarjeta (verde) y a veces no lo creo”.

A diferencia de Guillermo y de Ed, David puede salir y regresar a territorio norteamericano, pero lo más valioso es que en unos años puede aplicar por la ciudadanía.

“Algo tan simple como ir a la tienda a la medianoche ya puedo hacerlo, era algo que quizás no parezca mucho pero que no podía hacer”.

Él se muestra contento por el Plan de Alivio Migratorio, porque muchos de sus amigos podrán solicitarlo.

Y es que resulta absurdo que millones de migrantes no tengan libertad en la nación más libre del mundo.  

Los costos del plan

Aunque faltan por lo menos 6 meses para que los indocumentados puedan iniciar los trámites del Plan de Alivio Migratorio, los “paisanos” ya comienzan a hacer cuentas del dinero que deberán pagar.

Tan solo un abogado de migración podría cobrar entre mil y mil 200 dólares por atender cada caso, además de que la forma valdría hasta 400 dólares.

En el caso de una pareja, la legalización podría valer en total hasta 3 mil 200 dólares.

Aun así nadie está dispuesto a dejar pasar la oportunidad. “Porque esto no se da todos los años”, afirmó Guillermo antes de terminar la entrevista.