Huaquechula, Pue.- Estudiantes y cientos de personas de distintos puntos del estado, desde el 28 de octubre y hasta este fin de semana, visitaron Huaquechula para apreciar la tradición de las monumentales y asombrosas ofrendas de “cabo de año”, dedicadas a honrar a quienes fallecieron antes del 1 de noviembre.

Al sitio acudió el ex diputado Ernesto Leyva Córdova, quien brevemente comentó que acudió para visitar la ofrenda de su compañero diputado Ramón Felipe López Campos, quien falleció en un accidente carretero cuando regresaba del Congreso del Estado a su casa en el municipio de Huaquechula, donde fue presidente municipal.

Leyva Córdova señaló que en esta interesante población indígena se representa entre el 1 y 2 de noviembre uno de los más impresionantes despliegues rituales para honrar a los difuntos en el centro de México.

Miles de visitantes cada año acuden para admirar los hermosos altares que han hecho célebre a Huaquechula, independientemente de su importancia histórica como antigua guarnición azteca y por el espectacular convento franciscano del siglo XVI.

A la comunidad también acudió el cronista de la Mixteca Alejandro Pantaleón Calixto, quien comentó que se trata de la fiesta de muertos más importante de Mesoamérica y tiene una raíz fundamentalmente prehispánica, “se trata de un antiguo rito de cosecha, cuyo tiempo de celebración se hizo coincidir, por los frailes españoles, con la de los fieles difuntos del 2 de noviembre en el calendario católico”, precisó.

Asimismo, señaló que el Día de Muertos en Huaquechula “es una representación milenaria de los muertos y ha sido el pretexto de la comunidad para fortalecer su identidad y compartir los frutos obtenidos de la tierra”.

Otro mixteco reconocido que municipiospuebla.com.mx encontró en esta gran celebración en Huaquechula, fue el empresario migrante originario de Chinantla y radicado en Nueva York, Arturo Cruz García, quien en breve entrevista señaló que por primera vez visitaba este lugar lleno de tradiciones que definen un peculiar estilo que distingue a Huaquechula de otros lugares en el estado.

Precisó que la tradición ornamental prehispánica de los altares de los difuntos o de las ofrendas en las casas son muy admirables, sobre todo los altares de “cabo de año”, dedicados a aquellas personas de la comunidad que fallecieron durante los meses previos a la celebración del Día de Muertos.

Lo que explican sobre los altares

Las ofrendas están divididas en tres niveles, sien el primero la representación del mundo terrenal, en éste se ubica la foto del familiar fallecido, reflejada en un espejo, por lo que no se le ve sino indirectamente. Tal disposición recibe diversas interpretaciones en la que para algunos lugareños el espejo representa la entrada al más allá.

El segundo nivel representa el cielo, en donde es posible reconocer angelitos, y a la Virgen María. La tela de satín blanco suele estar dispuesta en forma de caprichosos pliegues que semejan nubes.  

El tercero o cuarto nivel simboliza la cúspide celestial, con la presencia invariable de un crucifijo que preside desde lo alto toda la estructura, rematando un espectáculo visual de indudable belleza.