- Opinión
Atorado el 3X1 para migrantes y sus familias
La mixteca poblana es una de las principales zonas expulsoras de migrantes en el mapa nacional, caracterizada por ser de clima caluroso, árido en su gran mayoría y de relieve montañoso. La mayoría de sus habitantes, en las seis primeras décadas del siglo pasado, tenían como principal fuente de empleo actividades asociadas al sector primario.
A la memoria de los lugareños aparecen las imágenes de los primeros familiares que emigraron hacia el norte en búsqueda de trabajo. Fue en la década de los cuarenta, en plena Segunda Guerra Mundial, que el país de las barras y las estrellas solicitaba mano de obra para atender los trabajos del campo; se crea el programa bracero.
Es ahí donde inicia el éxodo de los primeros mixtecos en búsqueda del sueño americano. Fueron los primeros ciudadanos de los municipio de Chinantla, Piaxtla y Tulcingo de Valle que se atrevieron a trazar el camino más allá de nuestras fronteras, enfrentando una realidad en un ambiente extraño, sobreponiendo su espíritu guerrero a diferentes adversidades; idioma, largas jornadas laborales, racismo, cultura, gastronomía, etc.
En los 80´s y 90´s se acentúa el éxodo masivo de la región sureña del estado, sumándose habitantes del resto de los municipios que conforman la mixteca poblana, fenómeno que a la posteridad permeo en el resto de la entidad federativa.
Es en la década de los 70´s que un grupo de Chinantecos instalados en la costa este de Estados Unidos, para ser precisos en el área de Nueva York, conforman uno de los primeros comités de apoyo para la realización de obras en su lugar de origen, organismo que mediante aportaciones económicas por parte de los migrantes recaudaron y enviaron remesas para la construcción de la escuela primaria oficial “Miguel Hidalgo”, la primera de muchas obras que se construyeron en ese municipio bajo ese esquema.
Todavía en la oficina que ocupa la dirección de esa institución educativa se encuentra el listado de las personas y la cantidad aportada a favor de esta obra. Reconocimiento a todos los migrantes por su aportación económica, en especial a los que conformaron ese primer comité: Abel Alonso, Magín Simón, Anselmo Leyva, Roberto López, Rogelio Ariza, Alberto Contreras, Ramón Cruz, Samuel Leyva, Felipe Cruz, entre otros.
Historias de solidaridad por parte de los hermanos migrantes que a pesar de la distancia y adversidad, abonan al desarrollo de sus comunidades de manera económica, directa y desinteresada.
Fue este tipo de aportaciones que permitió al estado mexicano crear el programa 3x1, orientado a la construcción de obras solicitadas por los migrantes, contando con la participación y aportación de los tres niveles de gobierno; federal, estatal y municipal.
A partir del año 2012 las reglas de operación cambiaron, además de considerar obras de infraestructura básica y urbana, se adicionó el concepto de proyectos productivos.
La entidad federativa que más recursos ha utilizado, aprovechando las aportaciones de los clubes de migrantes ubicados en Estados Unidos y beneficiando directamente a los familiares de éstos en sus lugares de origen, es Zacatecas.
El estado de Puebla, se encuentra en los últimos lugares a nivel nacional en el aprovechamiento de este esquema de financiamiento, que bien pueden utilizar las autoridades municipales para estirar el techo financiero, llevando beneficios, sobre todo en las principales regiones expulsoras de migrantes, que son las de más alta marginación.
Urge que las autoridades municipales realicen proyectos ejecutivos, consensuados con la comunidad migrante, para presentarlos ante el gobierno federal. Urge que el gobierno del estado participe de manera decidida en este programa para beneficiar a las comunidades de origen, logrando desarrollo y arraigo.
Están a tiempo de iniciar los trabajos, para que el próximo año, puedan bajar estos recursos, ya que en el 2014 existirá subejercicio en este noble programa de apoyo a los migrantes.
Veremos y diremos.