El Juzgado de Cholula ha entorpecido el proceso penal contra Enedina Rosas Vélez al negarse a girar las constancias a los agravados que le acusan de haberse robado un celular de manera “calificada”, acusó Oscar Martín Rojas Mendoza, abogado de la ambientalista presa desde el mes de abril.

De nada ha servido la reiterada petición de la defensa para que José Alí, representante de la empresa Bonatti y los testigos del hecho que mantiene presa a Enedina, fueran notificados para desahogar el proceso, así como tampoco la exhibición de la prueba de que la dirección que proporcionaron los agraviados fue falsa.

Rojas explicó que el inmueble señalado por los agraviados no está habitado y los vecinos aseguran no conocer a los representantes de la empresa que planea la construcción del gasoducto Morelos, que afectará a cientos de familias en la región.

“Se ha montado guardia afuera de la dirección que se señaló, pero es un inmueble prácticamente vacío, por esta razón las notificaciones nunca llegarán a los que acusan a Enedina y pese a esta evidencia no ha habido constancia de esta anomalía”, explicó.

El abogado adelantó que se solicitará una promoción del incidente para solicitar la libertad del desvanecimiento de datos en el proceso que se sigue a la ex comisariada ejidal que se negó a otorgar el Derecho de paso a la empresa, luego de que así fuera acordado en asamblea, razón por la que se le “sembró” el delito.

La defensa aseguró que aunque es evidente la falsedad de declaraciones de parte de los representantes de la empresa Bonatti, el juzgado ha ignorado olímpicamente el hecho y continúa haciendo tropezar el proceso para otorgar la libertad de Enedina Rosas.

El retraso de parte del notificador para girar los emplazamientos efectivos para desahogar el caso de Enedina, asegura la defensa, es una presión a los ejidatarios para que vendan sus tierras y cesen sus protestas en contra del megaproyecto que involucra a tres estados del centro del país.