Ahuazotepec, Pue.- Vecinos de Ahuazotepec presumieron que hay tolerancia y complicidad de las autoridades encargadas del cuidado del medio ambiente en la entidad, con la existencia de un basurero a cielo abierto en la entrada del bosque municipal, que sigue creciendo y contaminando el suelo y los mantos freáticos a pesar de las denuncias que han realizado.

Jorge Reyes Silva, a la cabeza de los inconformes, indicó que ni siquiera una inspección de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) ameritó su queja –hecha hace casi dos meses-, por la acumulación de cientos de toneladas de basura en el camino al monte, cerca del barrio Manzanillas en la cabecera de esta demarcación.

Al contrario, dijo, el tiradero ha crecido y también el número de personas, incluidos varios menores de edad, que escarban entre los desechos tirados en unos 200 metros de longitud al pie de los árboles, buscando rescatar un pedazo de cartón, una botella de pet, un pedazo de fierro o latas de aluminio que puedan comercializar para sus sostenimiento.

La situación en el lugar ha empeorado con la temporada de lluvias. Las abundantes precipitaciones y el frecuente tránsito del camión recolector del ayuntamiento que preside Eric Alvarado Bernard por el camino de barro que va hacia el paraje donde van a arrojar la basura, está lleno de zanjas de fango que se empiezan a llenar también de los desechos. Son una suerte de surcos en los que, en lugar de semillas, se siembran bolsas de nylon, papel y toallas sanitarias, cáscaras de frutas, vísceras de animales y gasas y algodones de la clínica de salud, entre otras cosas.

Aparte del camino intransitable ser intransitable el tiradero es un nido de insectos, animales ponzoñosos y de roedores, convirtiéndose en un peligro de salud para los más de nueve mil  habitantes de la cabecera y barrios aledaños.

Indignados, los compañeros de Reyes Silva dicen que se sienten además indefensos porque “ya no tenemos ante quien acudir. Si no viene la Profepa y clausura este lugar, ni modo que vayamos a pedirle al presidente municipal que lo cierre, si fue él mismo quien ordenó que se utilizara al bosque como tiradero”.

“Parece que las autoridades ambientales tienen tolerancia hacia esta situación. La de nosotros ya ha sido rebasada porque somos lo que vivimos aquí: cada día que amanece, crecen más las montoneras de basura. Y no hay quién le ponga freno”, argumentaron.

Los habitantes de Ahuazotepec creyeron que una vez que se quejaron por la existencia del basurero ilegal, la Profepa obligaría al municipio a recoger la basura y buscar una opción para el destino final de los desechos. Pero nada se hizo al respecto.