- San Andrés Cholula
Finaliza INAH salvamento arqueológico en la Recta a Cholula
La Secretaría de Infraestructura y Obra Pública del Gobierno del Estado de Puebla, decidió realizar un distribuidor vial en la parte donde concluye la avenida de tráfico rápido e intenso llamada “Ruta Quetzalcóatl”, mejor conocida como “Recta a Cholula”, precisamente donde confluyen la avenida 12 Oriente de la cabecera municipal de San Pedro Cholula y la calle 5 de Mayo de la cabecera municipal de San Andrés Cholula.
El distribuidor vial consiste principalmente en un puente de concreto armado con tirantes de acero que penden de altas columnas. La elevación arranca de la “Recta” para desembocar en la avenida 12 Oriente, dejando un paso inferior para conectar a la gran avenida con la entrada a San Andrés.
La situación del puente-distribuidor queda exactamente fuera de la poligonal que delimita el área de protección de la zona arqueológica de Cholula, donde se encuentra la “Gran Pirámide”, cuya parte fundamental está aproximadamente a 600 metros en línea recta.
De antemano se tienen los datos de que los terrenos afectados eran parte de una antigua laguna, por lo cual las evidencias de asentamientos arqueológicos eran poco probables, si acaso de elementos propios de las riberas lacustres. No obstante, ante la inminencia de los trabajos para la edificación del puente, se comprometió a los responsables a permitir actividades de salvamento arqueológico, modalidad que se practica en situaciones como la presente.
Las autoridades centrales del INAH giraron las instrucciones para iniciar el salvamento, para lo cual se solicitó y obtuvo la venia del Consejo de Arqueología, a quien se mandó el proyecto y se aceptaron las observaciones pertinentes.
Las actividades de este salvamento se iniciaron el 24 de febrero de 2014, con una serie de excavaciones controladas de distintas dimensiones, estos sondeos arqueológicos se localizaron principalmente en los puntos marcados como excavaciones profundas para cimentación del puente, así como en los terraplenes del mismo, donde los contextos descubiertos quedarían posteriormente bajo el distribuidor y la cinta asfáltica. Con una profundidad promedio de 3 m bajo el nivel actual de piso, en estas exploraciones se recuperaron materiales arqueológicos de diversa naturaleza y época, desde fragmentos de cerámica y lítica del posclásico tardío (alrededor del año 1500 d. C.) hasta latas de jugo, bolsas de frituras y suelas de caucho de zapatos de los años sesenta del siglo XX.
También fueron recuperados entierros humanos, afectados por remoción de tierra durante la construcción de la Recta a Cholula en 1969, y un fragmento de aproximadamente 3 m de longitud y 45 cm de altura de una banqueta de piedra unida con lodo y recubierta con cal, sin decoración alguna y cuya baja calidad nos indica que se trata de una obra de nivelación para proteger a los pobladores de Cholula en la época prehispánica de las crecidas de los arroyos y pequeños lagos que se localizaban en esta área.
Este elemento arquitectónico fue cortado, previamente, durante la instalación de un colector pluvial en 2009, sin embargo el equipo de arqueología del Salvamento arqueológico actual, decidió protegerlo y conservarlo de acuerdo con un dictamen especializado en restauración de bienes inmuebles, cubriéndolo con una capa de lodo del mismo sitio y una lona permeable marcada con los datos del proyecto y la obra, además se indicó a la constructora encargada de la construcción del distribuidor vial que las instalaciones para servicio del mismo se colocaran a una distancia mínima de 60 cm por encima del elemento protegido.
Los materiales arqueológicos y restos óseos humanos recuperados se encuentran actualmente en proceso de clasificación y análisis, mismo que contará con la colaboración de diversas unidades académicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con el objetivo de obtener resultados fidedignos sobre los orígenes y características de dichos materiales, logrando así una verdadera recuperación de su valor histórico.
Los trabajos principales han concluido en su parte medular y el informe preliminar ha sido enviado ya al Consejo de Arqueología para que lo revise y emita las observaciones que a su juicio sean necesarias y con ello se pueda concluir técnicamente la parte más intensa del trabajo de campo.