La desaparición de la bebé ocurrió cuando la supuesta enfermera, Arely Contreras Andrade, pidió a su mamá que le entregará a la pequeña para bañarla pero no regresó con ella. 

 

La acusada ya se encuentra tras las rejas y con una condena de 50 años de prisión en el penal de Izúcar de Matamoros, pero su defensa apeló la sentencia que podría ser ratificada en los siguientes días. 

 

Hoy, los papás de la niña mantienen vivo el recuerdo con un altar a pesar de que no tienen ni siquiera una foto, por lo que se consuelan con un retrato hablado elaborado por el Instituto de Investigaciones Legales para el Bien Común de la Humanidad A.C., y en el que se le puede ver cercana a los 3 años de edad.  

 

Dulce María González Sarmiento recuerda que el caso quedó asentado bajo la averiguación previa 1909/2010/Izúcar de Matamoros, pero hoy siente que el expediente está olvidado. 

 

En el 2013 fue la última vez que se supo algo del tema, cuando la agente del Ministerio Público del fuero común, Verónica Mendoza Gutiérrez, pidió a la Dirección de Servicios Periciales la actualización del retrato hablado de la infante.