San Martín Texmelucan, Pue.- Por abuso de poder y uso excesivo de la fuerza, dos jóvenes acusaron a policías municipales luego de que fueran detenidos, y uno de ellos golpeado brutalmente, acusados de alterar el orden público.

Edgar Ramírez y Héctor Rancaño denunciaron que al filo de las 10 de la noche del sábado, fueron detenidos por un grupo de policías de Texmelucan, cuando regresaban de Huamantla donde habrían ingerido un par de cervezas.

Señalaron que tras golpear brutalmente a uno de ellos los llevaron al área de seguridad pública donde permanecieron hasta el domingo, cuando fueron  puestos en libertad.

Edgar Ramírez narró que la noche del sábado arribaron a Texmelucan, sin embargo, su compañero sintió la necesidad de ir al baño, por lo que se dirigió a un terreno ubicado a unos metros de la estación de bomberos, no obstante, minutos después un grupo de policías arribó al lugar, para informales que habían cometido una falta administrativa, hecho que los jóvenes aceptaron, sin embargo, ofrecieron pagar la multa.

Pese a ello Edgar Ramírez señaló que fue sometido por los uniformados, quienes sin motivo alguno se abalanzaron contra él y comenzaron a golpearlo frente a su compañero, quien tras ser esposado fue testigo de la golpiza que le propinaban los uniformados. Finalmente, apoyados por la unidad del Grupo Táctico, los trasladaron a los separos en la Dirección de Seguridad Pública.

Desde ese lugar, sólo Edgar Ramírez pudo hacer una llamada a su familiares, a quienes previamente los uniformados les habían manifestado que tenían detenido al joven debido a que había protagonizado una riña, hecho que a decir de los afectado nunca ocurrió.

Los afectados mencionaron que dentro de los separos, las autoridades en turno intentaron hacerlos firmar documentos que avalaban que ambos jóvenes se habían liado a golpes, además de que le solicitaron a Edgar Ramírez se lavara el rostro para borrar las huellas de violencia provocadas por los uniformados.

Aunado a esto, comentaron que las autoridades asentaron dentro del dictamen que su grado de alcohol era alto, cuando al momento de la detención ya habían transcurrido unas 6 horas desde que ingirieron un par de cervezas.

Derivado de estos hechos, los jóvenes no descartaron la posibilidad de presentar la denuncia correspondiente por abuso de poder y uso excesivo de la fuerza.