Huauchinango, Pue.- Ante el aumento del desempleo y el empobrecimiento de la población urge poner en marcha un esquema de salud preventivo y no “sólo curativo” como el que se instrumenta a través del Seguro Popular que favorece únicamente a la empresa encargada de surtir sus medicamentos,  subrayó el médico José Camacho Sánchez encargado de epidemiología del Hospital General de Huauchinango.

Al dar a conocer la situación que prevalece en materia de salud en la cabecera de este municipio y en la región, indicó que la solución a corto plazo para atender a los 302 mil 833 habitantes que tiene bajo su responsabilidad la Jurisdicción Sanitaria número uno es la construcción de un nosocomio de “entre Segundo y Tercer Nivel” con 120 camas censables.

En la actualidad, recordó durante un foro convocado por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), esta población debe ser atendida en el Hospital General de Huauchinango que tiene una capacidad de 30 camas, es decir hay una cama por cada 10 mil 81 habitantes.

La institución cuenta con una plantilla de 45 médicos repartidos en cinco turnos, que deben atender a 6 mil 390 personas cada uno, cuando lo ideal es que haya un médico por cada mil personas, agregó.

Mientras que 84 enfermeras tienen bajo su responsabilidad a 3 mil 423 pacientes, cuando la Organización Mundial de la Salud establece que debe haber una enfermera por cada 500 personas.

“Los problemas de salud se han agudizado por el empobrecimiento de la población y cada día se presentan situaciones más complicadas en cuanto a las enfermedades por lo que los médicos  y enfermeras  tienen que realizar actos heroicos, ante la falta de infraestructura y de  medicamentos”, en sus lugares de trabajo, agregó Camacho.

El médico agregó que la situación en la cabecera municipal no es muy diferente de la que prevalece en la región, debido a la desaparición, a partir del año 2011, de las unidades de primer nivel distribuidas en las colonias populares como La Mesita, Santa Catarina y El Potro y concentraron sus servicios en el antiguo hospital urbano.

La medida trajo como consecuencia que el núcleo básico de atención formado por un médico, una enfermera y un promotor en salud, dejaran de “hacer medicina preventiva con la familia de los derechohabientes,  convirtiéndola esencialmente  en curativa”.

La única beneficiaria en este caso fue la “empresa distribuidora de medicamentos del Seguro Popular al concentrar la farmacia en un solo lugar”.

Además se afectó el “gasto familiar de la población por los recursos que debe utilizar en el  traslado y alimentación de pacientes y familiares, para ser atendidos en el  Centro de Salud Urbano”, precisó.   

Por ello, además de la reapertura de estas clínicas periféricas en la cabecera municipal, reiteró, debe construirse un hospital que tenga un área para ubicar 120 camas censables, terapia intensiva,  unidad de cuidados intensivos neonatales,  tomografía,  que se amplíe el laboratorio, que haya 12 consultorios de especialidades, cuatro consultorios en urgencias, que se amplíe el área de urgencias,  que haya un auditorio para las sesiones médicas, una área de computo,  además de un albergue para las familias de los pacientes hospitalizados que vengan de las comunidades de la sierra.

Y, dijo, lo más importante que se dé atención contratando personal suficiente en las siguientes especialidades: ginecología, pediatría, neonatología, medicina interna, cirugía, traumatología, terapia intensiva, anestesiología, nefrología, oncología,  neurología, neurocirugía, cardiología,   alergología,  dermatología y oftalmología.