San Jerónimo Xayacatlán, Pue.- A casi un mes de haberse cumplido los 100 días de gobierno, el edil de San Jerónimo Xayacatlán rindió hasta este domingo su informe al que acudió un grupo de antorchistas para interrumpir dicho acto  y solicitarle al edil Wilfredo Villanueva Martínez dos hectáreas de terreno para la construcción de un Hospital Integral, debido a que dijeron es una de las necesidades más urgentes de la zona.

Al informe acudió una tercera parte del municipio, sin embargo, fueron más los manifestantes quienes señalaron que a más de cien días de gobierno sólo hay supuestas obras programadas, no así las más necesarias como el hospital, una planta tratadora de aguas residuales para evitar seguir contaminado el río y la gestión para arreglar la carretera que se encuentra en total abandono por más de 20 años.

Sobre la petición de Antorcha Campesina, Ana Lilia Trujillo Guerrero, dirigente municipal señaló que es urgente la construcción del hospital, porque cada vez que los habitantes necesitan atención medica deben trasladarse a Tepexi de Rodríguez, Acatlán de Osorio o Tecomatlán; pero para ello deben recorrer varios kilómetros sobre una carretera que se encuentra saturada de enormes baches. Además cuando se trata de casos de vida o muerte, ha terminado en cuestiones lamentables por el traslado que es costoso y tardado.

Dijo que para esta obra se ha creado ya un comité de gestión, encabezado por Erik Álvarez Figueroa, quien acompañado de un grupo de antrochistas acudieron este domingo a las cinco de la tarde al evento de los cien días de trabajo del edil para entregar la solicitud del terreno para la construcción de un hospital, mismo que será gestionado por los diputados antorchistas en la Cámara de Diputados.

Trujillo Guerrero aclaró que el terreno no será donado a Antorcha, sino a la Secretaría de Salud (SSA) y que el proyecto será realizado por la misma Secretaría de acuerdo con las condiciones del terreno. Dicha obra –dijo- beneficiará a más de 15 mil habitantes de San Jerónimo, Xayacatlán de Bravo y Totoltepec de Guerrero, ubicados en una de la zonas más pobres de la mixteca poblana.