Chignautla, Pue.- Con la evangelización católica, en el municipio de Chignautla nació una tradición que no solo se práctica, sino que tiene un gran arraigo en la población, se trata del festejo “al Niño de la Cruzada”, un Niño Dios que fue regalado por su principal evangelizador.

De esta tradición, no hay un archivo histórico para conocer con fidelidad su origen y desde cuando data, aunque se calcula que es desde hace unos 80 años, es decir, unas cuatro décadas después que logró independizarse de Teziutlán y ser un municipio.

“El Niño de la Cruzada” recibe este nombre en honor al sacerdote con el apellido Cruzada, quien llegó al municipio para evangelizar y regaló un Niño Dios, al que la gente nombró así y lo cual también facilitó que se convirtieran a este credo.

Desde entonces, se celebra esta fiesta que es organizada por las catequistas de todas las localidades, pues lo convirtieron en su patrono y se celebra previo al Día de Los Reyes Magos en la parroquia a San Mateo Apóstol que también es una joya arquitectónica e ícono de fe, en donde se hace un acostorio tradicional y al que asisten unas mil personas de todo el municipio.

Es tanta la fe que mueve “el Niño de la Cruzada” que hasta le atribuyen milagros, de ahí que es una de las fiestas ancestrales más importantes, pero no de las principales como son la fiesta de Corpus y de San Miguel Arcángel.

Hasta la fecha, este Niño Dios sigue evangelizando, pues su fiesta es organizada con gran esmero por las catequistas y asisten niñas y niños vestidos de pastores o de personajes relacionados con la Navidad.