• Huauchinango

Dinero y poder, la historia de los hermanos Martínez Amador

Se las han ingeniado para permanecer en el poder político y económico de Huauchinango por casi una década.

Huauchinango, Pue.- Algunas veces dando la cara, otras detrás de otros rostros, los hermanos Omar y Carlos Martínez Amador, alcalde y diputado local electo, respectivamente, se las han ingeniado para permanecer en el poder político y económico de Huauchinango por casi una década y, su peculiar manera de hacerlo, los ha llevado a las planas de la prensa nacional.

Roberto Zamarripa, autor de la columna “Tolvanera” que se publica en los periódicos Reforma y El Norte los puso como ejemplo de cómo a partir de convertirse en “servidores públicos” en un pestañazo “alternado alcaldía y diputaciones pasando de un partido a otro” se pueden obtener negocios y una vida próspera.

Pero los “servicios” que proporcionan al municipio no se han limitado a la construcción de obras, sino también a surtir los materiales y hasta de los tubos para las cañerías y los tornillos que venden a través del almacén -que los lugareños aseguran es propiedad de los hermanos-denominado “Ferre Materiales de la Sierra”, ubicado en la calle Leona Vicario, en el mismo lugar que sirvió de casa de campaña al ahora edil panista Omar Martínez Amador y funciona como oficina de Carlos, el legislador electo que quiere liderar la bancada del sol azteca.

El bien surtido negocio abastece también a la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado de Huauchinango (Esapah) a cargo de uno de sus incondicionales: Prócoro García Hernández.

Desde la gestión municipal 2005-2008, presidida por Carlos Martínez Amador constructoras de amigos y familiares “fueron las que manejaron la mayor parte de la obra pública en el municipio de Huauchinango. Entre estos se reparten el presupuesto destinado a la superación a la pobreza del Ramo 33”, declararon hace ocho años trabajadores de la alcaldía al desaparecido diario “El Guardián de la Sierra”

“Casi el total del dinero que maneja el ayuntamiento destinado a las obras de beneficio social, fue repartido entre personas con las que tenían compromiso político luego de que pasó la charola para juntar recursos para la precampaña y campaña del hoy presidente municipal”, se puede leer en una nota publicada en ese periódico el 19 de septiembre de 2005.

En el listado de nombres de los constructores de aquélla época se puede encontrar respuesta a muchas acciones que han trascendido a esa administración, por ejemplo aparecía la empresa “CONSTRUCTORA A.G” propiedad de Gerardo Aparicio González, ex presidente municipal de Pahuatlán y ex trabajador y contratista de la Secretaría de Desarrollo Social, cuando el titular de la dependencia estatal era el tío de los Martínez Amador: Alberto Amador Leal, actual delegado de la Segob federal en el estado de Veracruz.

Aparicio González es director de Obras Públicas en la gestión de Omar Martínez Amador, actual alcalde de Huauchinango, y su función ha sido marcada por la mala calidad de los trabajos, la inconformidad ciudadana por sunula planeación, y el hecho de que una misma calle, la Hidalgo, en pleno centro de la cabecera municipal, ha sido pavimentada en tres ocasiones en los menos de tres años que llevan en funciones.

PARA MUESTRA, UN BOTÓN

Cuando Carlos Martínez terminó su gestión como alcalde dejó al menos dos obras inconclusas: el acceso a la llamada Central Camionera, que siete años después terminó su hermano Omar a pesar de no cumplir con las normas que para este tipo de trabajos establece la SCT; y el mercado 5 de Mayo que siguen sin concluirse, no obstante que el mismo Omar realizó una ceremonia para colocar “la primer piedra de los trabajos de terminación” en febrero de 2011, a unos días de haber tomado posesión de su cargo.

En el evento se comprometió a que antes de culminar los primeros 100 días de su gobierno la obra estaría terminada “en beneficio de los locatarios”, como puede leerse en la página web “El Imparcial”. El centro de abasto, sigue siendo un desvarío del que nadie sabe qué costo ha tenido para el erario.

El mercado 5 de Mayo sigue sin luz;  los escombros invaden una parte de la construcción, el piso está inconcluso y se ven varias excavaciones; no se han terminado los locales que ya fueron vendidos y, por supuesto, cobrados por el entonces alcalde Carlos, tercer presidente municipal huauchinanguense que vendió los lugares del inacabado edificio.

Afuera, en el área que se ocupa para el tianguis sabatino, la gente se queja de un deficiente sistema de alcantarillado en la plancha que pavimentó el mismo Carlos Martínez.

Al terminar el trienio del todavía priista, durante una reunión extraordinaria de Cabildo realizada 19 de junio de 2008 se dio a conocer el dictamen del proceso de entrega recepción a su entonces compañero de partido Rogelio López Angulo.

En ella, según el regidor de extracción panista Ismael Guevara, se dieron a conocer inconsistencias y deficiencias. “En la gestión anterior se llevaron lo que quisieron e hicieron lo que quisieron con los recursos del municipio. Hay algunas obras que se terminaron, pero no se pagaron a los constructores, no se dejó dinero para que se pagaran y hay otras que, después de la gestión, las siguieron ejecutando funcionarios de la gestión saliente, no hubo ningún orden”.

Entre los informes que no entregó Carlos Martínez Amador estuvo el uso que dio a una donación decombustible y asfalto hecha por Petróleos Mexicanos (Pemex), en el año 2006. “En ese entonces la paraestatal donó 400 toneladas de asfalto, 30 mil litros de gasolina –Magna– y 30 mil litros de Diesel, al municipio”, dijo Guevara.

Pemex pidió información sobre la manera en que se aplicaron los donativos pero la administración de López Angulo no pudo explicar cómo lo había hecho Carlos Martínez, ahora diputado electo.

En días pasado, tras la contingencia climatológica y ambiental que se vivió en la comunidad indígena de Cuaxicala como efecto del huracán Ingrid que arrastró y fracturó tres ductos de Pemex, el DIF estatal donó “mil despensas” a sus habitantes, pero el alcalde Omar Martínez Amador, sólo les entregó 180, denunció el síndico primero auxiliar, Javier Marcial Martínez.

Cuando le reclamaron al alcalde el resto de las despensas, les dijo que “no nos entregaba todas porque ¿para qué las queríamos?, nada más se nos iban a echar a perder. Que mejor él las guardaba en la bodega”.

Por el mismo incidente, Pemex donó 200 mil litros de combustible, 500 durmientes de madera y 10 computadoras, sólo éstas y la madera tratada llegó a los indígenas nahuas, que se quedaron sin camino hacia sus casas debido a que colapsó durante el meteoro.

“Al final lo único que rescatamos de las manos del presidente municipal fueron las computadoras, porque el combustible, todito se quedó con él, con el argumento de que hace falta para el parque vehicular del ayuntamiento; cuando a la comunidad se nos iba a quedar todo, porque nosotros somos los afectados, no el ayuntamiento”, dijo.

DON PERPETUO EN LA SIERRA

El caso Omar es la referencia más cercana y elocuente que define la manera en que se conduce políticamente el grupo.

Alberto Amador Leal quiso mantener el control del proceso interno del PRI para definir al candidato a la alcaldía de Huauchinango desde el año 2009 hasta el 2010. Sabía que por la vía de la encuesta su sobrino no sería el abanderado, por lo que agotó ese método y después, a toda costa, a través del amago presionó para ir a una consulta a la base: Alberto, su sobrino y su grupo perdieron contra el empresario Gregorio Marroquín Luna.

El jefe del clan, después de algunos amarres, mandó a Omar a la Coalición Compromiso por Puebla y sólo con 22 votos ganó la presidencia municipal de Huauchinango; desde luego que Alberto y Carlos Martínez Amador no dieron mucho la cara en la oposición en ese entonces, aunque se hicieron evidentes sus jugadas.

En la actual administración municipal se ha hecho creer a algunos panistas que, de rebote participan en la gestión. Que toman decisiones, pero en el fondo son los integrantes de su mismo grupo político quienes tienen las posiciones clave en la comuna: tienen a Omar en la alcaldía, en la Secretaría General está Marcelino Sánchez, en la Contraloría está Javier Cuevas, en la Tesorería Ángel Villa, en Obras Públicas Gerardo Aparicio y en la ESAPAH, Prócoro García.  

El grupo ha extendido su influencia en diversos momentos hacia otros municipios, como Pahuatlán y Ahuazotepec, pero es en este último en donde se evidencia su alianza con uno de los personajes que ha ejercido en la región uno de los más férreos controles políticos: el empresario transportista Benjamín Silva Cuevas, quien ha sido alcalde en seis ocasiones y que en la pasada contienda electoral mandó a su hijo Benjamín Silva Franco a competir por el mismo cargo a la Coalición Puebla Unida, aunque fue derrotado por el candidato del PT.

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